El Real Madrid salió victorioso de un partido en el que el juego no brilló pero las ganas de los blancos pudieron con los turcos. El partido comenzaba igualado con buenas defensas por ambos lados. Fue en el segundo cuarto cuando los de Obradovic plantaron un muro infranqueable que los locales no sabían superar. Tras el descanso las cosas seguían igual, pero Rudy y Llull serían los encargados de mostrar el espíritu ganador de los líderes de la competición, que sin mucho brillo conseguían remontar el partido. El último cuarto fue por rachas, los locales cogieron la máxima renta del partido pero los turcos tuvieron posesión para empatar en el último minuto, El tiro errado frustró sus posibilidades y el Madrid se consolidó en los más alto de la clasificación a falta de un partido para acabar la liguilla del nuevo formato. (Así vivimos el partido en directo)

El partido comenzó con los dos equipos acertados en ataque. Llull con dos triples seguidos ponía la primera ventaja local en el marcador. Los jugadores interiores de Fenerbahçe comenzaban a hacer daño a los de Laso que no se podían marchar en los primeros compases del partido. Tras un tiempo muerto los dos equipos se estancaban en ataque y no conseguían tiros cómodos. Un primer cuarto que finalizó con una ventaja de cuatro puntos para los locales tras saber imponerse a la defensa otomana.

Con las primeras rotaciones, las defensas se empezaban a ajustar y comenzaban a imponerse a unos ataques sin ideas claras por parte de ambos equipos. El Fenerbahçe mostraba porque es uno de las mejores defensas de la competición frenando los constantes oleadas del Real Madrid. Pablo Laso tenía que pedir tiempo muerto tras ver que sus jugadores se bloqueaban en la circulación de balón. Los turcos rompían el ritmo del encuentro y conseguían una ventaja de tres puntos a pocos minutos del descanso. El equipo de Obradovic marcaba con su defensa el partido, en un segundo cuarto en el que dejó a los líderes de la competición en solo nueve puntos.

LA DUPLA PERFECTA

El Real Madrid salía al WiZink Center y las posesiones acababan con un tiro forzado de Llull buscando sus canastas imposibles, pero estaba vez no había suerte. El entramado que había planificado Obradovic daba sus frutos y dejaba en el dique seco a los locales. Los turcos seguían circulando el balón y hacían daño tanto en la pintura como desde el perímetro para dar la máxima ventaja de siete punto a los visitantes.Dos triples de Rudy Fernández volvían a enganchar a los blancos en el casillero.A la fiesta decidió unirse Sergio Llull que consiguió seis puntos seguidos con un triple en carrera al contraataque para volver a meter a la afición en el partido. Los dos jugadores baleares eran los encargados de sacar la casta y el espíritu blanco para llegar al último cuarto con una pequeña ventaja. El ambiente se caldeaba con un contacto sobre Bogdanovic en el rostro que los colegiados no señalaron. La intensidad era máxima antes de encarar el último parcial.

EL MADRID PUEDE CON LOS ÁRBITROS

El equipo de Laso salía enchufado desde la línea de 6,75 para mantener una ventaja cómoda antes de encarar los minutos finales. La actuación de los árbitros empezaba a ser protestado en el WiZink Center tras jugadas disputadas en las que las decisiones siempre favorecían a los otomanos. Los locales empujados por el público conseguían la máxima renta del partido con nueve puntos de ventaja. Los turcos no daban el partido por perdido y se ponían a tiro de tres del Real Madrid. Los nervios se hacían notar en el feudo madridista que veían como se complicaba la victoria. Los visitantes tuvieron a falta de treinta segundos una posesión para empatar el encuentro, pero erraron la jugada y frustraron las opciones turcas. Llull fue el encargado con dos tiros libres de tranquilizar a los aficionados y conseguir una victoria de mucho mérito.