El ídolo de la afición de la parroquia blanca sigue de dulce con de las mandarinas. En el partido contra Fenerbahçe no ha querido esperar a deleitar a los aficionados y el primer canastón ha llegado en la primera posesión. Cuando se acababan los 24 segundos Llull decidía jugarse un triple que con un toque del tablero levantaba al público del Wizink Center de sus asientos.

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