El Real Madrid volvió a demostrar su potencial en un durísimo partido ante Darussafaka. En un encuentro peor que el del miércoles, los de Laso supieron dominar a su rival y lograron la victoria. De esta forma han conseguido una nueva presencia en la Final Four, la cuarta en cinco años, lo que les convierte en un verdadero equipo de leyenda. (Así vivimos el partido en directo).

A los pocos segundos de juego, los turcos dejaron ver que iban a ir a muerte a por el partido. Un 5-0 de inicio fue un claro ejemplo de ello. Sin embargo, el Madrid también demostró sus intenciones. El ciclón de Sergio Llull -con diez puntos en el primer cuarto- y los siete tantos de Randolph dieron fuerzas al conjunto blanco para superar el fulgurante comienzo de Wanamaker -quien mantuvo el duelo con Llull y sus diez puntos- y así terminar el primer cuarto con ventaja (21-24).

Los segundos diez minutos no cambiaron mucho el ritmo del partido. El Madrid hacía esfuerzos continuos para marcharse en el marcador, pero ni una racha de nueve puntos de Thompkins ni varias buenas defensas permitieron al cuadro merengue abrir brecha. Mientras tanto, los turcos limitaban su anotación a los tiros libres, algunos bastante polémicos. En resumen, el partido se fue al descanso con el Real Madrid mandando (38-45).

EL TIRO LIBRE SEÑALA EL CAMINO

Poco juego en movimiento se vio tras el descanso. El criterio arbitral y la dureza de las defensas enviaban a los jugadores, uno tras otro, a la línea de personal. Y ningún equipo iba a desaprovechar la oportunidad. Sin embargo, el último minuto del cuarto fue esencial. Carroll forzó tres tiros libres tras un contacto en el perímetro, lo que desató el enfado de Blatt y Harangody. Ambos recibieron la técnica, permitiendo al Madrid tener cinco tiros libres y una posesión. Los de Laso, con la seguridad de Jaycee en la línea, abrieron la brecha y se alejaron hasta el 58-72, la máxima diferencia hasta el momento.

A LA FINAL FOUR CON SUFRIMIENTO

Pocos se esperaban la dificultad del enfrentamiento que iba a tener el Madrid, pero en los cuatro partidos disputados, los pupilos de Blatt han dejado en evidencia a aquellos ilusos que daban por muerto al cuadro turco.

A pesar de la amplia ventaja que llegó a poseer, con 17 tantos de diferencia, Darussafaka apretó y a punto estuvo de dar la sorpresa. El ambiente del Volkswagen Arena y el acierto ofensivo de los principales jugadores locales dieron aliento un conjunto turco que se ha caracterizado, durante toda la eliminatoria, por tener una gran mentalidad y por no rendirse nunca. Sin embargo, el omnipresente Sergio Llull apareció para fulminar la reacción de los de Blatt. Los últimos puntos del de Mahón dejaron la victoria de color blanco, y con ella, la presencia en una nueva Final Four.

DARUSSAFAKA DOGUS - REAL MADRID

Darussafaka Dogus: Wilbekin (14), Wanamaker (25), Clyburn (11), Harangody (2), Zizic (6) -cinco inicial- Slaughter (0), Batuk (0), Aldemir (0), Anderson (10), Bertans (8), Moermann (2).

Real Madrid: Llull (17), Taylor (5), Doncic (11), Randolph (15), Ayón (8) -cinco inicial- Carroll (12), Draper (0), Rudy (5), Reyes (0), Hunter (1), Nocioni (-).

Árbitros: Javor (SLO), Radovic (CRO), Rocha (POR).

Parciales: 21-24 | 17-21 | 20-27 | 20-17

Incidencias: Cuarto partido de cuartos de final de Euroliga. El encuentro se disputó en el Volkswagen Arena de Estambul.

  78 - 89  
DARUSSAFAKA DOGUS vs REAL MADRID

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