El primer clásico del curso se celebrará en el WiZink Center. Será un partido muy disputado y polémico, pero más allá del juego, también centrará la atención en ciertos jugadores. Son los rostros del morbo del partido. Jugadores criticados, algunos con cierta relación con el Madrid y otros que llegan por primera vez a los equipos.

HEURTEL, CULÉ Y MADRIDISTA

El base francés fichó esta temporada por el Barcelona. Sin embargo, su pasado no casaba a la perfección con el ADN culé. Heurtel, que ya pasó por Baskonia, había mostrado su afición por el Real Madrid a través de las redes sociales. Tras su paso a la plantilla culé, el galo tuvo que borrar esas fotografías que le situaban en el bando madridista. Este será su primer partido ante la entidad merengue vistiendo los colores del máximo rival.

LA VUELTA DE TOMIC

El pívot culé será el más silbado por la afición. Su salida del Real Madrid se produjo por la puerta de atrás y, en lugar de apaciguar la situación, Tomic enfureció a todo el madridismo justificando su fichaje por el Barça en querer ganar títulos. El tiempo ha puesto a cada uno en su lugar y el croata no ha conseguido sus objetivos. Mientras Laso y los suyos han establecido su legado, Tomic sigue siendo uno de los más criticados en el ámbito culé.

EL DEBUT DE TAVARES

La posición de 'cinco' por fin tendrá quien la habite en el plantel merengue. El fichaje de Tavares ya ha sido oficializado y su debut será el mejor posible: en El Clásico. Los minutos, a priori, serán bastantes ante la ausencia de hombres altos en el Madrid y el gran potencial del rival. El caboverdiano mide 2,20 metros y tiene 25 años. Pero su experiencia es notable y, además, también ha dejado ver su pasión por el club en sus redes sociales.

HANGA, DESEO MERENGUE

El alero húngaro fue uno de los culebrones del verano. Su salida de Baskonia se daba por hecha, pero a la NBA. En cuanto las puertas de la competición americana se cerraron, el Real Madrid se lanzó a por Hanga. Su fichaje ha sido un objetivo durante las últimas temporadas y esta era la oportunidad perfecta. El precio que situó Baskonia echó para atrás a la entidad de Chamartín y finalmente fue el Barça quien hizo el desmesurado desembolso.