El Real Madrid iba ganando ventaja en los últimos minutos del partido. Aunque la presión del conjunto rival estuvo presente en todo el partido, Tavares protagonizó un par de taponazos impidiendo que los israelíes consiguieran meter la pelota en la canasta de los blancos.
El jugador del Real Madrid fue un muro para los rivales e impidió en dos ocasiones consecutivas que los israelíes se llevaran un par de puntos. El segundo tapón de Tavares fue todavía más espectacular que el primero. Al más puro estilo Mutombo, el pívot merengue recibió la ovación de la afición del WiZink Center.