Sin pena ni gloria. Partido totalmente innecesario y que pone en evidencia la falta de potencial del actual formato ACB. El Real Madrid, ya campeón de la fase regular, recibía a un Gipuzkoa que roza la salvación matemática. El problema, como siempre, las lesiones. Solo diez jugadores entraban en la rotación de Pablo Laso, dejando por primera vez dos casillas libres en el marcador. Randolph, Taylor, Doncic, Thompkins, Campazzo y Kuzmic, un quinteto para ganar la Euroliga. (Así vivimos el partido en directo).

Por ello, el inicio fue como se esperaba. Rotación pura en el cinco del Madrid con Yusta, Radoncic y Randle capitaneando. El combinado vasco salía con ganas y aprovechaba un desacierto notable en los ataques blancos. La veteranía y lluvia anotadora de Clark abría la racha visitante. Se iría hasta el 0-9 con Fakuade y Swing entrando en calor. Laso paraba el partido y mantenía el quinteto.

Paulatinamente pero con acierto, el Madrid parecía despertar. Tavares daba un paso adelante en la pintura y aprovechaba su superioridad. El equipo movía el balón pero Radoncic y Yusta no lograban encontrar el acierto de cara a canasta. Sí lo hizo Randle, quien desequilibró todo lo que pudo hasta aprovecharse de las más de cinco faltas cometidas por Gipuzkoa. En bonus recortó distancias hasta el 12-19. Pero un triple final de los de Fisac cerraban con un sorprendente 12-22. 

SE DESENCADENA EL TRIPLE

Llull y Carroll. No es necesario nada más para romper un partido. Menos si cabe si se habla del triple. El perímetro, ese del que tanto depende el Real Madrid, por fin abría sus salidas. Apenas dos minutos del segundo cuarto para ver el primer lanzamiento acertado de Carroll. Dos más tarde repetía y, con una diferencia de algunos segundos, Llull se estrenaba. El partido ya era otra cosa y el Madrid tomaba el mando: 27-25. Una vez abierta la veda poco se podía hacer. El de Mahón se citaba con el triple en cada ataque y no perdonaba. Ayón sacaba rédito de los despistes defensivos en la pintura y ni Fakuade ni Van Lacke ni Chery lograban plantar cara. Con Llull en 11 puntos y Carroll en 13, y bajo el dominio de un parcial de 31-11, se marchaban ambos al descanso.

EL TRIDENTE 'B' TAMBIÉN CUMPLE

Si en la primera mitad no habían conseguido poner a punto su muñeca, tanto Radoncic como Yusta y Randle terminaron de despegar en el tercer cuarto. Fueron claves y repitieron en cuanto a cantidad de minutos. Mientras Dino mantenía la barrera defensiva, se atrevía a aprovechar su garra para castigar en la zona. Randle y Yusta, por su parte, abrieron la pista para seguir ahondando en la herida del perímetro. 31-21 y partido más que definido.

DE LA DESESPERACIÓN DE TAVARES A LAS MANDARINAS DE LLULL

El último cuarto fue puro trámite. Y eso que Gipuzkoa peleó hasta el final para certificar una sorpresa que empezaba a teñirse de milagro. Pero era inevitable la derrota. Tavares empezaba un buen cara a cara con Agbelese en la pintura y acababa desquiciado por el arbitraje. Y es que esa pelea interior acababa, al menos en vista de los árbitros, con faltas en ataque del caboverdiano. Entraba Ayón y daba cierta velocidad al juego. Más todavía con Llull, que se dejaba ver con sus benditas 'mandarinas' y con alguna que otra carrera que evitaba bajar del +10. Ni la puntería de Chery ni el despertar de Pardinas remediaban la situación.  Con más rotaciones y minutos para los menos habituales cerraba Laso en encuentro. La pretemporada hasta la Final Four sigue su curso y con una plantilla merengue que sigue demostrando su amplitud.

REAL MADRID 87-75 GIPUZKOA BASKET

Real Madrid: Randle (11), Yusta (5), Causeur (2), Radoncic (4), Tavares (19) -cinco inicial- Carroll (15), Llull (18), Reyes (2), Rudy (6), Ayón (5).

Entrenador: Pablo Laso.

Gipuzkoa Basket: Dani Pérez (0), Van Lacke (5), Fakuade (5), Swing (9), Clark (15)  -cinco inicial- Agbelese (6), Salvó (3), Oroz (2), Chery (20), Pardina (6), Urtxulutegi (4).

Entrenador: Porfi Fisac.

Árbitros: Hierrezuelo, Bulto, Sacristán.

Parciales: 12-22 | 31-11 | 31-20 | 13-22

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 31 de ACB que se disputó en el pabellón WiZink Center (ACB)