En los actos de celebración por La Décima no estuvieron todos los héroes. Sí disfrutaron merecidamente de la fiesta el presidente, el entrenador y toda la plantilla; pero faltaba el hombre en la sombra que dirige con gran éxito la sección del balón naranja. Un accidente impidió a Juan Carlos Sánchez Lázaro estar tanto en el Palacio de Cibeles como en la Puerta del Sol. El directivo merengue se rompió dos dedos de un pie después de ver al equipo que ha creado levantar una nueva Euroliga al cielo de Belgrado. Florentino Pérez agradeció durante el discurso en la sede de la Comunidad su trabajo y personificó en el director de baloncesto el éxito de "haber recuperado un Real Madrid legendario".

Juan Carlos Sánchez Lázaro se puso al frente de la sección en el verano de 2010, cuando se cumplían 15 años de la última Copa de Europa. Desde aquellos tiempos de Sabonis y Arlauckas, el Real Madrid no había encontrado su sitio entre los grandes equipos continentales y se había visto relegado a un segundo plano. Florentino Pérez, con el comienzo de esta segunda etapa como máximo dirigente de la entidad, marcó en su hoja de ruta recuperar la hegemonía en baloncesto con un proyecto ganador. Para ello, dio el mando a un veterano de este deporte que acumulaba años de experiencia como miembro de la comisión delegada de la ACB y vicepresidente de la FEB.

Desde entonces, Sánchez Lázaro se ha mantenido en un segundo plano y fuera de los focos incluso cuando, como tras ganar La Décima, la ocasión bien merecía sacar pecho. Su discreción ha ido siempre en paralelo con su labor incansable junto a su equipo de confianza formado por Herreros, con el que forma un gran tándem en la parte técnica, y Alberto Ángulo entre otros. El directivo es además un gran gestor de equipos humanos que se refleja también en la plantilla, como cuando Doncic pecó de individualista durante esta temporada y mereció un toque de atención para que el juego colectivo no se viera perjudicado.

En 2010, el Real Madrid había sido eliminado en las semifinales de la Liga por Baskonia, a la postre campeón, y en Euroliga había sufrido una dolorosa derrota contra el Barcelona en los playoffs de cuartos por 3-1. El conjunto blanco acumulaba tres años sin levantar ninguna copa y no pisaba una Final Four desde 1996. Después de aquella temporada fue cuando aterrizó Juan Carlos Sánchez Lázaro en las oficinas merengues.

El Real Madrid, campeón de la Euroliga

Ahora, menos de ocho años después, el Real Madrid ha ganado dos Euroligas, tres Ligas, cinco Copas del Rey, tres Supercopas de España y una Copa Intercontinental. 14 títulos que refrendan las decisiones tomadas en la sección de baloncesto, junto a otras no menos importantes como la vuelta al Palacio de los Deportes y la apuesta por una cantera que domina con aplastante superioridad en España. 

La llegada de Pablo Laso en 2011 fue el otro punto clave en este nuevo camino al éxito que ha reverdecido laureles en el baloncesto merengue. La estabilidad lograda con el técnico vasco y el núcleo duro de jugadores españoles, con Felipe Reyes y Sergio Llull como capitanes, han sido los cimientos sobre los que edificar una nueva época dorada.

Además, el Madrid ha logrado sacar diamantes de sus categorías inferiores como Mirotic o Doncic en los últimos años. El primero de ellos ya disfruta desde 2014 de la NBA, mientras que 'Wonderboy' será la gran estrella del próximo Draft a sus 19 años. El esloveno guardará de momento la camiseta blanca después de haberse coronado como MVP de la temporada regular de la Euroliga y de la Final Four.

EMPRESARIO, EXPERIMENTADO NEGOCIADOR Y AFICIONADO AL PÁDEL

Sin embargo, el proyecto está por encima de todo y Sánchez Lázaro ya trabaja desde hace meses en la que será la nueva plantilla del actual campeón de Europa y en la que se tendrá que reinventar nuevamente. Pero eso no es un problema para el director de baloncesto merengue, que ya demostró su habilidad en los despachos para cubrir la inesperada salida de Sergio Rodríguez o fichar a Tavares, clave en la final contra Fenerbahçe y adelantándose otra vez al Barcelona al igual que sucedió con Ayón, cuando las lesiones ponían en jaque la temporada.

Con el pívot mexicano no fue solo excelente la gestión de su contratación, sino también cuando Sánchez Lázaro tuvo que viajar a México para convencer al jugador de que se quedara en la capital de España y renovara con el Real Madrid en el verano de 2016. Sus dotes de negociador los hereda también de su etapa como empresario, junto a su hermano Fernando, con el afamado Asador Frontón

Otra batalla que ha lidiado con cintura de torero ha sido la huelga planteada por la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP). No hay que olvidar que dicho sindicato está presidido por Alfonso Reyes, hermano del capitán merengue, y que el Real Madrid se encontraba en una difícil posición.

También sacó sobresaliente en la postura adoptada en la guerra declarada por Panathinaikos. El excéntrico y polémico Dimitris Giannakopoulos tuvo sus más y sus menos con el director madridista en las más que tensas reuniones mantenidas en los últimos meses. Al final, el conjunto griego quedó eliminado por los de Laso en cuartos antes de pasarse a las competiciones FIBA y abandonar la Euroliga. 

Los modernos dicen que no todos los héroes llevan capa y, sin duda, uno de ellos es Juan Carlos Sánchez Lázaro. Un hombre sencillo y aficionado al pádel que no busca el protagonismo en la victoria y que trabaja el doble en la derrota. El director de baloncesto se quedó sin la fiesta de La Décima, pero en su cabeza ya está el plan para volver a pelear en Europa la próxima temporada contra los millones del CSKA y el boyante momento que vive el Fenerbahçe de Obradovic. Antes, y a partir del próximo domingo, el Real Madrid comenzará su andadura en los playoffs de la ACB. Tras la reconquista europea toca, sin demasiado tiempo para el disfrute, comenzar a labrar el camino a la 34ª Liga.