No conoce límites. Como si de un encuentro de NBA se tratase, los pupilos de Pablo Laso han deleitado a los aficionados al baloncesto con una jugada a la altura de muy pocos equipos en el mundo. Los actuales campeones de la liga norteamericana, Golden State Warriors, dejaron en el encuentro decisivo de la serie contra Houston Rockets una combinación alucinante, que ha dado la vuelta al mundo y parece haber calado en el vestuario merengue. 

Ante el Iberostar Tenerife, el Real Madrid de Baloncesto ha tenido que pelear y mucho para llegar al descanso con ventaja en el marcador. La igualdad ha sido la tónica dominante a lo largo de todo el partido y tan solo el potencial ofensivo de los campeones de Europa ha sido capaz de romper el partido y desatascar de una vez por todas a la defensa canaria.

LLULL Y RANDOLPH PROTAGONIZAN LA JUGADA DE LA NOCHE

Una defensa que está siendo óptima, pero que no puede competir contra genialidades como la que han realizado Sergio Llull y Anthony Randolph. En este caso, ha sido el jugador exterior el que ha asistido botando el balón por debajo de su cuerpo para que el hombre alto, abierto en la esquina, pudiese sentenciar la jugada con el triple. Tras una combinación de pases, que ha desorientado a los jugadores tinerfeños, el balón le ha llegado al de Mahón, y este ha resuelto de manera magistral.

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