La cuarta jornada de la Liga ACB tenía preparado un encuentro de altura entre dos equipos históricos. El Real Madrid se medía ante el Divina Seguros Joventut con la ausencia de Llull, padre este pasado sábado. El encuentro comenzó bronco y con poca anotación hasta que en los minutos finales del primer acto el jugador del conjunto visitante se doblaba el tobillo en una acción defensiva. 

Mathias estaba intentando defender a Prepelic cuando en una acción defensiva cayó al suelo y se quejó notablemente de su tobillo. En ese momento no se conocía la gravedad de esa lesión hasta que el mismo jugador pedía que entrara la asistencia médica. Su entrenador era cauto y esperaba que su jugador pudiese volver al choque, pero se confirman los peores temores y el pívot tenía que abandonar el partido en silla de ruedas.

El gesto más bonito fue por parte de la afición merengue. Al ver al jugador abandonando la cancha con varios síntomas de dolor, regalaron una sonora ovación, que fue respondida con el pulgar arriba del lesionado, que tendrá que esperar a las pruebas que realice su club para ver el alcance de su lesión. El pabellón quiso aportar su grano de arena para que su marcha no fuera tan dolorosa. 

La plantilla del Joventut, en horas bajas

La plantilla del equipo de Carles Durán no pasa por buenos momentos. En el encuentro frente al Real Madrid se presentaba con 11 jugadores, para acabar los primeros 20 minutos con solo 10 hombres. Un partido que se le puede hacer largo ante la falta de efectivos para realizar cambios de nivel. El conjunto catalán deberá reinventarse en las próximas próximas jornadas.