El Real Madrid visitará a un Montakit Fuenlabrada en alza, en un partido, que históricamente ha dominado el club blanco con 41 victorias en 48 partidos y 18 en 23 visitas al Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada. El equipo de Pablo Laso quiere olvidar cuanto antes su única derrota de la temporada y para ello contará con las bajas de Kuzmic y Thompkins, pero Rudy y Taylor se volverán a vestir de corto en ACB. 

Para intentar dar la campanada y ganar el encuentro, el 'Che' García tiene claro que el camino no se basa en intentar anular individualmente a las estrellas blancas. Son demasiadas. "Es un equipo muy estable como para enfocarse en un área solo. Hay que jugar intenso y súper concentrado más de 40 minutos", señaló el técnico en una entrevista con la Agencia EFE.

Sin embargo, el conjunto madrileño viene recuperando sensaciones tras el retorno del entrenador argentino, especialmente en el apartado defensivo, que le llevó a derrotar la semana pasada al Barcelona Lassa (79-73) y le llevan a plantearse que por qué no puede hacer lo mismo con el conjunto blanco, ya derrotado por el Andorra la pasada jornada (105-107). El equipo merengue llega con grandes sensaciones tras aplastar a domicilio al Maccabi Tel Aviv.

El descanso de Popovic

Uno de los mejores jugadores del Fuenlabrada, Popovic, no viajó para medirse al AEK griego en Atenas, por decisión del club para que hiciera trabajo específico, así que lo normal es que esté en el parqué del Fernando Martín disponible para el técnico. Como ya viene demostrando, frente al Madrid está acostumbrado a realizar grandes partidos, y su entrenador espera que siga la buena racha. 

Un Real Madrid completamente desatado 

Si hay algo a lo que temer cuando te enfrentas al Real Madrid es su acierto desde la línea de 3. Frente al Andorra, Carroll ya anotó 6 triples, y el pasado jueves en Euroliga: 4. Pero no solo el escolta está inspirado, ya que Llull anotó 5 y Rudy Férnandez se marchó con un 2 de 3. Si el técnico argentino no frena la gran virtud de los visitantes, pueden sufrir tanto en la pista como en el marcador.

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