Durante la tarde de este jueves 29 de noviembre, el WiZink Center acogía un nuevo partido del Real Madrid en la Euroliga. Esta vez, los hombres de Pablo Laso recibían la visita del CSKA de Moscú, con la importante baja de Sergio Llull. El encuentro se puso complicado para los blancos desde el primer cuarto, pero Facu Campazzo iba a dejar su sello particular al finalizar el mismo.

Apenas con tres segundos por delante, el Real Madrid sacaba un balón jugado desde la línea de fondo. Gustavo Ayón le pasaba rápidamente el balón a Campazzo, quien tras realizar un solo bote, dio los pasos justos para acercarse lo máximo posible a la línea medular y probar suerte desde la lejanía. Para sorpresa de todos los presentes, el balón acababa entrando tras rebotar varias veces en el tablero y en el aro de la canasta, haciendo que la hinchada madridista se pusiera en pie, a la vez que sonaba el bocinazo final del primer cuarto.

Esta canasta iba a suponer que el cuadro de Pablo Laso redujera la distancia a 20-24 al finalizar el primer periodo del partido. Además, en el segundo cuarto, los madridistas iban a conseguir darle la vuelta al marcador e irse al descanso con ventaja de dos puntos, siendo de 40-38 el resultado que reflejaba el electrónico. Sin embargo, el conjunto ruso iba a volver a mostrar su superioridad en la segunda parte del encuentro.

Momento delicado para la plantilla

En el tercer cuarto, el CSKA forzaba al Real Madrid a tener que conseguir otra remontada en el último periodo, pues la ventaja era de seis puntos con un marcador que reflejaba un 61-67. Finalmente, los hombres de Pablo Laso no pudieron completar la gesta y cayeron derrotados por 88-93. De esta manera, se confirma la segunda derrota en la Euroliga de los madridistas, que llega en un momento delicado marcado por la baja de Sergio Llull.

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