El Real Madrid ha homenajeado a Pedro Ferrándiz en los prolegómenos del partido ante el Barcelona Lassa, correspondiente a la duodécima jornada de la Euroliga. El entrenador más laureado en la historia del baloncesto español, aplaudido por todos los asistentes, forjó un imperio eterno en el banquillo del equipo merengue: 27 de los 87 títulos blancos tienen su sello. Doce Ligas, once Copas del Rey y cuatro de las cinco primeras Copas de Europa que reinan en las vitrinas del club llegaron de este alicantino, que cambió radicalmente la forma de jugar a este deporte en España.

Ferrándiz dirigió al Madrid en 490 partidos, en tres etapas diferentes, y ganó el 84,5% de estos encuentros. En España marcó una época: estuvo tres años y tres meses sin perder, entre 1971 y 1974, y en ese tiempo, consiguió 61 triunfos seguidos. "Es una figura sensacional. Una persona encantadora, pero muy rigurosa como entrenador", asegura Carmelo Cabrera, base de aquel equipo legendario, a As el día del noventa cumpleaños del alicantino. "Era un autodidacta, uno de los pioneros de este deporte", subrayó el también base Juan Antonio Corbalán.

Sin embargo, su huella en el mundo de este deporte es mayor al del número de victorias y títulos. Por ejemplo, en su Alicante natal es toda una eminencia. El Centro de Tecnificación, donde juega el Lucentum, pasó a llamarse Pabellón Pedro Ferrándiz en 2014. Pero hay más. En la localidad levantina tiene una calle con su nombre y su propia Cátedra del Deporte en la Universidad.

Una trayectoria legendaria

Entre las condecoraciones de las que más presume está el collar de la Orden Olímpica del COI, que recibió de manos del propio Samaranch en Sevilla en 2008. Tiene la Insignia de Oro y Brillantes de la Federación Española de Baloncesto (fue seleccionador de 1964 a 1965), del Real Madrid y de la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto y forma parte del Salón de la Fama de la FIBA y del Naishmith Hall of Fame. La Fundación Pedro Ferrándiz de Alcobendas pasó a ser el Espacio 2014 hace unos años, pero conserva otro de los tesoros del extécnico: la Biblioteca Samaranch, la mayor del mundo dedicada a este deporte.

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