Es costumbre que el ataque del Real Madrid, el mejor de la presente competición europea, eclipse a su defensa y acapare todos los elogios, pero Pablo Laso es consciente de que su juego empieza atrás. Y lo está demostrando en el Viejo Continente, construyendo un muro inamovible en los últimos meses, donde ha reducido en 8,5 los puntos de media en contra respecto a los anteriores. Ha pasado de encajar 79 en los primeros once encuentros a 70,5 en los siete últimos.

El conjunto dirigido por el técnico vasco tiene un doctorado en defensa, que ha quedado muy marcado en los últimos compromisos. El 13 de diciembre comenzó este aumento de nivel, dejando al Barcelona en 65 puntos en el WiZink Center. En la siguiente, en 68 al Panathinaikos. Al equipo revelación, el Bayern Múnich, solo le permitió 72 puntos en su cancha, mientras que al Fenerbahce fueron 65, aunque en esta ocasión no pudieron conseguir la victoria. Maccabi (79), Herbalife Gran Canaria (67) y Olympiacos (78) también han vivido en sus propias carnes como utiliza el club merengue sus cualidades defensivas.

Contar con hombres como Taylor, Tavares, Deck o Campazzo es una ayuda extra, ya que estos jugadores se dejan la vida en defensa para que en la parte ofensiva culminen los grandes anotadores del equipo. Los ingredientes del éxito defensivo del Real Madrid pasan por ser el mejor equipo en rebotes defensivos con 26,7 y uno de los que más intimidan con 2,94 tapones por choque. Además, el mérito es mayor porque son los que menos faltas cometen de toda la competición.

La clave de este éxito

En el plano individual, destaca la pareja formada por Tavares - Campazzo. El pívot es el máximo taponador de la competición (1,83) y el base el tercer jugador que más balones recupera (1,5). Pero si hay un jugador que encarna el espíritu defensivo de los blancos es Taylor. El alero sueco es para los técnicos de la Euroliga el mejor defensor junto a Vesely y Dunston.

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