El Real Madrid vive su gran época dorada en el baloncesto moderno. Desde la llegada de Pablo Laso al banquillo, el equipo blanco ha levantado dos Euroligas, cuatro Ligas, cinco Copas, cuatro Supercopas y una Intercontinental.
Esta hegemonía podía ser aún mayor de no ser por los errores flagrantes de los árbitros en las últimas dos ediciones de la Copa del Rey. Dentro del Real Madrid desconfían de estos fallos, ya que parecen sospechosos de acabar con el dominio blanco y que haya más alternancia al menos en la competición del KO.
En una final, la decisión arbitral en una acción es clave. Distinto es en un playoff donde es más complicado que los colegiados decanten la balanza para uno u otro lado en una serie a cinco partidos. Tanto en Gran Canaria 2018 como en Madrid 2019 se puede afirmar sin tapujos que el Real Madrid fue claramente perjudicado.
La primera de esas dos finales en la que los árbitros favorecieron al Barcelona fue en el Gran Canaria Arena. Con el marcador 90-92 y después de que el Real Madrid realizara una gran remontada, Claver realiza una clara falta a Taylor sobre la bocina que se va al limbo. El culé agarra claramente la muñeca del sueco, lo que le impide palmear el rebote con comodidad.
En el WiZink Center se vivió este domingo la final más polémica de la historia. Cuando el Real Madrid ya acariciaba la Copa, los árbitros se la arrebataron tras visionar el instant replay y entender que había tapón ilegal de Randolph. En realidad, la bandeja de Tomic da en el aro y sale disparada del aro, por lo que sería un rebote y un acción completamente legal del ala-pívot del Real Madrid.
Juan Carlos Sánchez Lázaro, director de la sección de baloncesto del Real Madrid, acudió a la rueda de prensa para dar la versión del club de lo acontecido: "Ya el año pasado sufrimos una circunstancia parecida y nos callamos. Ahora no debemos hacerlo".
El enfado en el Real Madrid es tal que ha pedido a la ACB que acepte públicamente el error arbitral o bien Florentino Pérez planteará a sus socios abandonar la Asociación de Clubes de Baloncesto.
La diferencia entre el fallo de Gran Canaria y el de este año es que en esta ocasión los árbitros tomaron una decisión errónea después de consultar el instant replay. La falta a Taylor no se pudo revisar en el vídeo, pero sí el claro rebote legal de Randolph.
Por tanto se da un agravante que convierte esta final en la del "mayor escándalo en la historia moderna del baloncesto español", según aseguraron desde dentro del Real Madrid.
El club blanco tiene razones de sobra para quejarse, sobre todo porque parece imposible que tres árbitros profesionales se confundan al tomar una decisión después de ver muchas veces una repetición en el monitor.
O fue premeditado, lo que todo el mundo quiere descartar, o en caso contrario García González, Pérez Pérez y Jiménez se han confirmado como el trío arbitral de la mayor pifia en la historia del baloncesto.
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