El Real Madrid quiere dejar la eliminatoria sentenciada en el primer choque de La Fonteta. El Valencia Basket quiere agarrarse a la posibilidad de ir alargando una serie que no empezó de la mejor manera posible. Tras una temporada de muchos altibajos, el conjunto taronja necesita un milagro para salvar el 2-0 en contra que colocó el vigente campeón en el WiZink Center. 

Tras un gran primer cuarto, los hombres de Ponsarnau no aprovecharon la ventaja y la tormenta blanca, liderada por Sergio Llull, y se dejaron un nuevo punto este pasado sábado. Solo Dubljevic recuperó su nivel y puso en aprietos a la defensa blanca, pero la entrada de Gustavo Ayón frenó su gran progresión de números en el choque. 

El tercer partido será diferente, o así lo desean en Valencia. Un tropiezo más y perderán las esperanzas de jugar una nueva final dos años después. Tras unos cuartos de final muy duros, las semifinales están pesando mucho en los campeones de la Eurocup. La presión de la afición y las esperanzas de remontar serán dos factores claves a aprovechar por parte de unos jugadores que no han dicho su última palabra. 

El 'regreso' de Sergio Llull

Una de las peores noticias para el Valencia Basket es el gran partido que realizó el '23'. Con un segundo cuarto prodigioso, el balear se fue hasta los 13 puntos con dos triples increíbles. Gracias a su reacción, la diferencia pasó de 6 puntos a favor de los valencianos a que el conjunto merengue se marchara al túnel de vestuarios con un más seis. 

La afición taronja espera una nueva cara de su equipo, que no ha sabido competir los 40 minutos de un choque. Por rachas o tirones, pero en los momentos de despiste o desacierto han perdido las opciones de ganar. Recuperar la ilusión e incluso pelear por un triunfo preocupa a Pablo Laso, que quiere llegar a la final por la vía rápida.

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