El Real Madrid se verá las caras con el Barcelona por el primer título de la temporada. Arrasando al Fuenlabrada desde el comienzo del partido, los de Laso se plantan con autoridad en la final más esperada. [Narración y estadísticas: Real Madrid 116-61 Montakit Fuenlabrada].
Arrancaba el duelo fratricida entre Real Madrid y Fuenlabrada con Pesic sentándose en la grada a observar a su rival en la final de mañana. Laso, que no dio descanso a ninguno de sus internacionales como sí hizo Valencia y Barcelona (Oriola jugó muchos menos de lo esperado) tenía claro el objetivo desde el principio: si se olía sangre desde el principio, el Madrid no podía soltar a la presa fuenlabreña.
Pues dicho y hecho. Parcial de 10-3 de inicio, con un Carroll de vértigo, para demostrar nuevamente quién manda en la capital. El Madrid no quería sorpresas y su labor en ambos lados de la cancha era sencillamente excelente. Con Cuspinera, que fue ayudante de Laso en los primeros años del técnico vitoriano en la casa blanca, desesperado en la banda, el Fuenlabrada se hundía poco a poco en unas arenas movedizas de las que no iba a poder salir.
Los triples marcan el partido
Si Carroll comenzaba liderando el equipo blanco al comienzo del partido, Randolph era el encargado de machacar, a base de triples, a los fuenlabreños en el segundo tramo del primer periodo. 28-11 acaba el primer cuarto y Pesic se marchaba de la grada sabiendo ya como iba a ser el devenir del choque.
Si el primer cuarto fue un paseo, el segundo periodo fue un recital absoluto de los blancos. Rudy Fernández, muy ovacionado en su vuelta al Palacio, seguía con el buen acierto que tuvo en el Mundial de China. Tres triples del balear ampliaban más si cabe la ventaja de los blancos y ponía un 35-13 a falta de 7:42 para el descanso.
Nada funcionaba en un Fuenlabrada que oía una y otra vez el sonido del balón rebotar contra el aro desde el perímetro. Cuspinera seguía desesperado e intentaba meter garra a los suyos para parar al menos la sangría defensiva. Pero ya era tarde, el tiburón blanco había olido sangre e iba a destrozar a su presa antes del descanso. 52-21 se marchaba el choque al parón pertinente y la sensación de que se había acabado la semifinal era evidente.
Partido acabado antes de tiempo
No supuso ningún cambio el paso por vestuarios. El Madrid siguió con su espectacular rendimiento desde el perímetro y el Fuenlabrada se agarraba a la aportación de un Mockevicius que mostró todo su poder reboteador contra todo un coloso como Tavares.
El pívot de Cabo Verde imponía su ley en las transiciones y causaba pavor en las penetraciones fuenlabreñas. El miedo no era casualidad, el poste sumaba siete tapones antes del término del tercer periodo para destrozar el récord que ostentaban Mejri, Fran Vázquez y Hdez-Sonseca con cuatro.
Entre tapón y tapón de Tavares, el partido avanzaba y el Madrid seguía incrementando su ventaja a base de triples. Como en el primer cuarto, Carroll y Randolph anotaban desde el perímetro mientras que Eyenga discutía con Cuspinera en el banquillo. La desesperación era evidente al igual que el deseo de que el partido terminara.
Récord histórico de anotación
83-43 lucía el marcador al comienzo de los últimos diez minutos de un partido definido desde el primer periodo. El objetivo de los blancos había cambiado dado que la final estaba asegurada. En la temporada 85/86 el Joventut anotaba 104 puntos y establecía el récord de puntuación en una Supercopa de España. El superar este dato estaba al alcance la mano blanca. Si uno conoce a este equipo sabe que devorar récords también es una afición y este no iba a ser menos.
Mientras Felipe anotaba como en sus mejores tiempos ante la frágil e inexistente defensa del Fuenlabrada, la grada se divertía y cantaba a un Luka Doncic que disfrutaba del juego de su exequipo. El showtime no cesaba y Llull las metía sin mirar ante el asombro de una grada que seguía entregada con su equipo en busca del tan ansiado récord.
Y el elegido para pasar a la historia fue Deck. A falta de cuatro minutos para el término del partido, anotaba el alero argentino (106-48) y establecía un nuevo récord de anotación que aún se iba a ampliar más antes del bocinazo final.
Tardó en llegar la muerte para un Fuenlabrada que decepcionó mucho en este su primer partido oficial de la temporada. Paliza tremenda del Real Madrid para plantarse en la final de la Supercopa Endesa de una manera más sencilla de lo esperado con la afición del Fuenla cantando ¡Campeones, campeones!. El duelo ante el Barcelona no será ni de largo parecido al vivido entre los equipos madrileños. Con el aliciente de Mirotic, el Madrid busca igualar en títulos de Supercopa al Barcelona más caro de la historia.
Real Madrid 116-61 Montakit Fuenlabrada
Real Madrid: Campazzo (12), Carroll (18), Taylor (5), Randolph (12), Tavares (8) - quinteto inicial - Laprovittola (8), Reyes (9), Rudy (9), Deck (9), Mickey (13), Llull (8), Caseur (5).
Montakit Fuenlabrada: Rowland (7), Anderson (8), Eyenga (8), Gillet (0), Mockevicius (8) - quinteto inicial – García (5), Alonso (3), Bellas (2), Ehigitor (0), Sikiras (7), Bobrov (8).
Parciales: 28-11 | 24-10 | 31-22 |23-18 |
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda semifinal de la Supercopa Endesa disputado en el WiZink Center (Madrid).