La pretemporada de la NBA sirve para conocer cosas nuevas y confirmar otras. La buena temporada de Doncic la campaña pasada no fue un espejismo. En la madrugada del miércoles al jueves, el esloveno y sus Mavericks visitaban Detroit con la esperanza de ganar y confirmar buenas sensaciones.
El escolta, ex del Real Madrid, volvió a realizar una de las acciones de la jornada, dejando sorprendido al pabellón de los Pistons. Cada noche de los Mavs significa una maravilla del joven talento que empiezan a ver en Estados Unidos como candidato a jugar el partido de las estrellas con los mejores del mundo.
En esta ocasión, aprovecha el bloqueo que le brinda Porzingis (quien hasta estos días no había debutado con los Mavericks) y consigue ganarse el espacio ante un Reggie Jackson que poco pudo hacer más que mirar y disfrutar.
El enésimo truco de magia de Doncic, que ya llena las portadas americanas con sus highlights y mejores momentos. Pero ese no fue el único momento que dejó en el Little Caesars Arena de la ciudad de Michigan. La conexión con el gigante letón es una de las principales alegrías para la franquicia tejana de cara a la próxima temporada.
Doncic, quien fue elegido como ROY (Mejor novato del año), sigue mostrando la magia que ya enseñaba en Madrid. Un jugador único, especial, y su entrenador Rick Carlisle lo sabe, por ello que ha convertido en la cara de unos Dallas Mavericks que esperan volver a Playoffs la próxima temporada.
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