No hay dos sin tres y el Madrid volvió a perder fuera de casa en Euroliga. La defensa y las pérdidas volvieron a condenar a los de Laso contra un Bayern Múnich tremendamente comprometido y con un Monroe imparable. [Narración y estadísticas: Bayern Múnich 95-86 Real Madrid]
Si el ambiente en el Allianz Arena es admirable cuando la sección de fútbol disputa sus partidos, el Audi Dome no se queda atrás. Con un público entregado, más de 6.000 gargantas dando todo antes del salto inicial, arrancaba un duelo que se antojaba igualado. De dicho choque el Madrid debía salir victorioso para acabar su mala racha fuera del Palacio de los Deportes.
Monroe contra los postes blancos
Como el guión indicaba, el partido comenzó disputándose en la zona. Monroe se veía las caras con Tavares por primera vez en Europa y dedicaban unos minutos iniciales fantásticos. Dos personales sacaron al caboverdiano del parqué antes de tiempo, pero entró Mickey para hacer diabluras desde dentro y fuera de la zona.
El enfrentamiento parecía desde el inicio una partida de ajedrez y, mientras que las torres se enfrentaban de tú a tú, los alfiles, Randolph y Barthel, tenían su batalla personal. El alemán se comía al americano en despistes defensivos, pero el ex de Unics respondía con canastas preciosas que no hacían variar su expresión de preocupación.
Con el marcador igualado, con Llull dirigiendo al equipo con solvencia, se puso fin a los primeros diez minutos (22-20). Fue con Campazzo en pista con quien comenzó el desajuste defensivo. Con el base argentino a los mandos de la nave blanca, las pérdidas aparecían y la paciencia ofensiva del Bayern le llevaba a coger la primera ventaja destacable del partido (28-20).
Garuba alza la voz
Paró el choque Laso y dio entrada a Garuba como 'cinco'. El canterano blanco, capaz de morder el aire con tal de capturar un rebote, sumó en todos y cada uno de los aspectos en los que un poste debe aportar y devolvió al Madrid al partido. El espíritu del español contagió al resto y el Madrid llegó al descanso con una diferencia de tres puntos en contra (41-38).
Volvió el partido de la pausa y Randolph, al que Barthel desesperó en el primer periodo, soltaba un codazo incomprensible que servía al Bayern como acicate inicial. El trabajo defensivo del Madrid estaba siendo demasiado liviano para el ritmo ofensivo que proponía Bayern, y este anotaba con facilidad. El tino de Randolph era la única alegría en el cuadro merengue.
Vuelven los fantasmas
Si Randolph era la alegría, Tavares era la tristeza. El pívot blanco, que no empezó nada mal, no encadenaba ni una acción positiva salvo un tapón que resonó en todo el pabellón. Con un Madrid necesitado de producción en ambos lados de la cancha, el poste solo hacía que restar. Laso no tenía más paciencia y daba entrada a un Jordan Mickey que si algo asegura es intensidad e inteligencia.
Mientras que el Madrid seguía padeciendo el paupérrimo porcentaje exterior (23%), el Bayern continuaba anotando con facilidad sin apenas sudar en ataque (65-54, minuto 29). Las sensaciones negativas que hundieron al equipo en Kaunas y Estambul volvían a aparecer y mucho tenían que cambiar las cosas si el Madrid quería ganar el partido.
Entraba en escena el último y definitorio periodo. Tantas ganas tenía el Bayern de cerrar el triunfo que su defensa se pasaba de intensidad y entraba en bonus antes de tiempo. En ataque, los blancos jugaban como si un minuto restase en el luminoso, pero en defensa la sensación no era la misma y eso evitaba cualquier intento de acercamiento en el marcador.
El Bayern para la reacción blanca
Pero si algo posee este equipo es que tiene más vidas que un gato. Un tapón de Mickey y un triple de Causeur hacían creer a los blancos en la remontada. El equipo estaba a cinco puntos y aún restaban cuatro minutos para el final del partido.
Mientras que Monroe anotaba con tremenda facilidad dada su superioridad, Mickey parecía pedir a gritos un dos contra uno cuando el crack del equipo bávaro recibía, la casta de Garuba volvía a resucitar al diez veces campeón de Europa. Radonjic paraba el partido y la ilusión del Madrid se hacía añicos tras una canasta de Koponen y una nueva pérdida de Campazzo.
Una nueva derrota del Madrid en Euroliga se acercaba, mientras que Monroe seguía haciendo sangre en la pintura blanca y el arreón final de los de Laso era insuficiente. Los blancos vuelven a fracasar fuera de casa y suman ya más derrotas que victorias. Un cambio de chip es necesario y la plantilla debería contagiarse del espíritu de un Garuba incasable.
Bayern Múnich 95–86 Real Madrid
Bayern Múnich: Lo (10), Dedovic (0), Lucic (8), Barthel (17), Monroe (18)– quinteto inicial – Flaccadori (-), Koponen (15), Grant (-), Nelson (8), Radosevic (10), Zipser (9), King (0).
Entrenador: Dejan Radonjic.
Real Madrid: Llull (8), Causeur (9), Taylor (), Randolph (17), Tavares (2) - quinteto inicial - Campazzo (16), Laprovittola (), Carroll (3), Deck (3), Garuba (12), Mickey (10), Rudy (6).
Entrenador: Pablo Laso.
Árbitros: Ovinov, Gkontas, Boltauzer.
Parciales: 22-20| 19-18| 26-19| 28-29|
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 5 de la Euroliga, disputado en el Audi Dome, Múnich (Alemania).