El base Kemba Walker surgió con su mejor inspiración encestadora cuando más lo necesitaron los Boston Celtics y su aportación de 29 puntos, incluidos tres triples decisivos en el cuarto periodo, permitieron a su equipo vencer por 116-106 ante los Dallas Mavericks.
La ausencia por lesión del alero Gordon Hayward, que será baja por al menos seis semanas por una fractura de la mano izquierda, de la que este lunes fue operado con éxito, hizo que la aportación ofensiva de Walker fuese decisiva.
Además también el escolta alero Jaylen Brown, cada día más completo en todas las facetas del juego, logró un doble-doble de 25 puntos y 11 rebotes que hicieron la diferencia en el octavo triunfo consecutivo de los Celtics (8-1), equipo que tiene la mejor marca de la liga.
Otro escolta, Marcus Smart, llegó a los 17 puntos, mientras que el ala pívot alemán Daniel Theis consiguió 11 tantos y el base novato Brad Wanamaker llegó a los 10 tantos para completar la lista de los cinco jugadores de los Celtics que tuvieron números de dos dígitos.
La gran decepción de los Celtics fue el alero Jayson Tatum, quien apenas aportó cinco puntos después de fallar 17 de los 18 tiros de campo que hizo, incluidos los tres intentos de triples.
Una vez más, el alero esloveno Luka Doncic fue la fuerza imparable en la ofensiva de los Mavericks (6-4) a los que aportó 34 puntos, pero que no fueron suficientes a la hora de evitar la derrota.
Doncic, como Air Jordan
Doncic jugó 34 minutos en los que anotó 11 de 21 tiros de campo, incluidos 3 de 10 intentos de triples, y acertó 9 de 10 desde la línea de personal. El esloveno encogió sus hombros después de un triple imposible como hizo Air en las finales de 1992.
El exjugador del Real Madrid también repartió nueve asistencias -líder del equipo-, capturó seis rebotes -todos defensivos-, perdió un balón y cometió dos faltas personales.
El ala pívot alemán Maxi Kleber acabó como segundo máximo encestador de los Mavericks al conseguir 15 puntos y ocho rebotes.
La gran frustración por parte de los Mavericks la protagonizó el ala pívot letón Kristaps Porzingis, quien apenas pudo conseguir cuatro puntos tras fallar 10 de los 11 tiros de campo que hizo y que obligaron al entrenador del equipo tejano Rick Carlisle a sentarlo en el banquillo.
Al concluir el partido, Porzingis reconoció que toda la culpa de la derrota había sido de él, por el pobre rendimiento que tuvo, y admitió que Carlisle tomó la decisión correcta cuando lo sacó del campo y lo mandó al banquillo.