Segunda derrota del Real Madrid en Liga Endesa esta temporada. Casademont Zaragoza impuso su ley de principio a fin ante una versión irreconocible de los de Laso. [Narración y estadísticas: Casademont Zaragoza 84-67 Real Madrid].
El equipo con más jugadores menores de 22 años examinaba al sólido líder de la Liga Endesa. Zaragoza vivía esta jornada de domingo con la esperanza de ver a su equipo de baloncesto triunfar sobre el mejor equipo nacional. Los sueños de la afición zaragozana tocó el cielo cuando venció al Barcelona y esperaban volver a acariciarlo a costa del Real Madrid.
Zaragoza demuestra su valía
Arrancó el partido con el Pabellón Príncipe Felipe a rebosar y con Casademont Zaragoza sorprendiendo a los blancos con una defensa en zona 2-3 acompañado de transiciones rápidas para un parcial inicial de 8-0 a favor de los locales. Seeley y San Miguel brillaban a costa de un Madrid aturdido por el sistema defensivo de los de Fisac.
Los blanco, que no se esperaban este comienzo, comenzaron a entonarse poco a poco cuando Laso movió el equipo. Con Deck y Thompkins en las alas y Tavares cerrando el aro se acercaba el depredador merengue a su presa maña (16-15, minuto 7). Sin embargo, la escalada blanca hacia el dominio del marcador se frenó en seco por culpa de las pérdidas (Nueve en el primer periodo) y Zaragoza se marchaba al segundo cuarto por encima en el marcador.
Arrancó el siguiente acto con 20-17 en el luminoso y con el Madrid sin un cinco puro en pista. Abría Laso la cancha en ataque y apostaba por los apoyos en defensa. Randolph y Thompkins tenían la misión de sacar a los de Fisac de la zona y de agilizar los ataques merengues. Si bien es cierto que los blancos mejoraron el cuidado del balón con un Laprovittola entre algodones en la dirección, el sonido de las redes se hacía de rogar. Tanto le costaba al Madrid anotar que cuando su defensa, notable hasta el momento, flaqueó, las flechas del Casademont Zaragoza llevaron el partido a su máxima diferencia (37-30, minuto 18). Las transiciones de los de Fisac estaban haciendo mucho daño a los blancos y evitaban que un débil Real Madrid llevara la iniciativa del partido mientras que pedía a gritos el parón de entretiempo.
Tavares, sonrisas y lágrimas
Después de 15 minutos de respiro para el cuadro blanco, los de Laso tenían la misión de reducir esa ventaja de 9 puntos (42-33) y el técnico vitoriano dejaba claro, frente a los micrófonos de Movistar, el punto a mejorar en la segunda mitad: "Con 12 pérdidas nuestras es normal que ellos corran...". Transcurridos los primeros tres minutos de cuarto, el Madrid encontró aro por fin de la mano de Randolph. El ala-pívot se convertía en el faro del equipo en ataque, sumaba 8 puntos de manera consecutiva y acercaba a los blancos en el marcador (45-44).
Sin bien la aportación del norteamericano estaba siendo vital, la labor de Tavares en defensa era simplemente sobresaliente. Pero el chip en la mente del poste blanco volvió a cortocircuitar. Una más que justa falta personal del caboverdiano terminaba con el pívot blanco en el banquillo tras señalarle una técnica por protestar. Con el totem merengue fuera del partido, apretaba Zaragoza en la pintura y sacaba todo el rédito posible mientras que el Madrid seguía fallando tiros libres. Parcial de 12-0 para los de Fisac y el Madrid que tiraba por tierra el buen trabajo de Randolph.
Hundimiento blanco
El tercer acto echaba el telón con un 59-47 que sonrojaba al ataque merengue. Los de Laso entraban en el último periodo 12 abajo y en menos de dos minutos ponían la diferencia en 18. Introdujo Laso a Tavares para intentar frenar a los maños y en menos de 10 segundos ya estaba en el vestuario tras una personal y una nueva técnica. Todo era horrendo para un Real Madrid irreconocible que no podía ocultar sus males tras las bajas del equipo o el cansancio.
Con el gesto desencajado, el banquillo del Madrid esperaba que la pesadilla del último periodo pasara lo más rápido posible y poder poner rumbo a la capital lo cuanto antes. El público de Zaragoza esperaba justo lo contrario y es que no paraba de levantarse a celebrar canastas de los suyos. Mates, triples y penetraciones, todo tipo de acciones ofensivas acababan haciendo chof e incrementando una diferencia (80-58, minuto 37) que comenzaba a ser vergonzante.
Con todo el pabellón de pie, el partido ponía punto y final. Casademont Zaragoza demostraba que ningún equipo puede querer ganar un partido en Liga Endesa solo a base de calidad. Los nombres no le valieron a un Real Madrid que debe reflexionar antes de enfrentarse a Valencia Basket en Euroliga y grabarse a fuego una premisa que su entrenador no para de repetir: Nunca se gana con el nombre.
Casademont Zaragoza 84-67 Real Madrid
Casademont Zaragoza: San Miguel (7), DJ Seeley (12), Barreiro (0), Benzing (9), Justiz (2) - quinteto inicial - Ennis (13), Radovic (14), Alocén (7), Brussino (8), Hinason (12), Krejci (0), García (0).
Entrenador: Porfirio Fisac.
Real Madrid: Campazzo (6), Taylor (3), Deck (9), Randolph (10), Tavares (3) - quinteto inicial - Laprovittola (9), Nakic (-), Rudy (-), Garuba (1), Causeur (2), Carroll (14), Thompkins (10).
Entrenador: Pablo Laso.
Parciales: 20-17| 22-16| 17-14| 25-20|
Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Javier Torres, Alfonso Olivares
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 11 de la Liga Endesa, disputado en el Pabellón Príncipe Felipe, Zaragoza.