Real Madrid 93-77 Olympiacos: La magia de Causeur lleva al Madrid a un nuevo triunfo ante un Olympiacos sin alma

Alejandro López

Ocho triunfos seguidos suma el Real Madrid en Euroliga tras imponerse a Olympiacos en una nueva exhibición de los merengues ante su público. Causeur rompió el partido en el tercer periodo y comandó a los blancos hacia una nueva victoria. [Narración y estadísticas: Real Madrid 93-77 Olympiacos].

Jueves de Euroliga y la capital de España que presentaba un hilo meteorológico basado en el frío y en la lluvia, que invitaba a quedarse en casa recostado en el sofá y con la manta al menos sobre los pies. Una sensación perezosa que invadió los aros del Palacio en uno de los inicios más pobres en lo ofensivo que se recuerda en la Plaza de Felipe II. Con las defensas como claras protagonistas, ambos equipos alternaban pérdidas con malos tiros para que el marcador, al ecuador del primer periodo, mostrara un triste 3-4 que no satisfacía a nadie.

Madrid, territorio Real

Esta herencia, como si de deudas bancarias se tratasen, parecía que iba a lastrar a ambos equipos en lo que restaba de cuarto, sin embargo el Madrid iba a desatarse desde el perímetro para empezar a disfrutar del choque. Campazzo, Taylor y un soberbio Randolph dibujaban la marca detrás del 6'75 para poner tierra de por medio al término del primer periodo (21-10).

Con el segundo cuarto en marcha, Real Madrid y Olympiacos se deshacían completamente del corsé defensivo que les había oprimido en parte del primer periodo y, con la unidad en pista, basaban todo en lo ofensivo. Laso dio entrada a su 'segunda unidad' confiando en ella para romper el partido. Carroll, Thomkins, Rudy, Laprovittola y Mickey se ponían el mono de trabajo y cuajaban un inicio de cuarto sensacional.

Por su parte, Olympiacos no tenía ningún referente al que mirar estando Papanikolau y Printezis en el banquillo. La baja de Spanoulis pesaba mucho y esta hacía mella en un conjunto griego que veía como el Madrid ampliaba la distancia por momentos (39-22, minuto 17). Pero si por algo es conocido el equipo heleno es por su espíritu bravucón y peleón que le iba a llevar, una vez más, a evitar un descalabro tempranero reduciendo distancias antes del parón gracias a Miliutinov. Con 41-30 se llegaba a un descanso que iba a enfriar más si cabe un partido que, hasta el momento, había estado carente de emoción y magia.

Lo que Causeur empieza...

Con el mismo ritmo ramplón que imperó en el grueso de la primera mitad comenzó el tercer periodo. El Madrid lograba mantener la decena de puntos de ventaja mientras que Olympiacos sudaba sangre para cuajar una jugada ofensiva en condiciones de principio a fin. Parecía cuestión de tiempo que los de Laso rompieran definitivamente un partido que empezaba a oler a merengue. Con dicho aroma sobrevolando el WiZink Center, es normal que el nombre que apareciese para romper el molde fuera el de Causeur.

El alero galo, que pisaba el parqué por primera vez en el choque, tiraba de elegancia, técnica y efectividad para sumar dos 2+1 consecutivos que descolocaban del todo al equipo griego. Al show digno del Moulin Rouge que estaba realizando el francés, se sumaba Campazzo para que el acento del partido no sólo careciese de erres.

El Madrid había roto definitivamente el partido gracias a los 11 puntos que el de Brest había anotado. Ahora bien, mención especial merece un Edy Tavares que se adueñó de la zona desde el principio del choque. Si había un rebote, no había dudas de quien lo iba a capturar y de esas segundas opciones nacieron muchas alegrías del conjunto blanco. Dejando esta oda al pívot blanco aparte, el conjunto blanco mandaba en el marcador (72-48) restando un cuarto para el término del choque.

...Causeur lo termina

Si Fabien había dado un clinic de bandejas en el tercer periodo, en el arranque del último el show iba a continuar para disfrute del Palacio. De todos los colores las metía un Causeur al que Laso aguantaba en pista mientras que el Palacio esperaba su sustitución para ovacionarle como merecía. Los minutos seguían corriendo mientras que, sin hacer mucho ruido, Olympiacos recortaba distancias grano a grano hasta que el Madrid dijo basta y volvió a apretar el acelerador.

De esta manera, el Madrid suma su décimo triunfo en Euroliga, continúa metiendo presión a Barcelona y Anadolu y profundiza en la herida en el costado que posee un Olympiacos que no mete miedo por primera vez en muchos años. Mejri, que se vistió de corto por primera vez en lo que va de temporada, tendrá que esperar para redebutar con el Real Madrid. Quizá sea el sábado, contra Coosur Betis, cuando el tunecino vuelva a defender los colores del equipo madridista.