En 1999 baja el telón Bojan The Bear, la serie de dibujos animados más importante en la historia de Eslovenia. A las puertas del segundo milenio, coincidiendo con la temporada final del show en cuestión, nacía en la capital eslovena aquel que iba a hacer dudar de que los dibujos animados no podían cobrar vida. 20 años después, Luka Doncic logra juntar delante del televisor a más espectadores de lo que Bojan The Bear podría imaginar, y es que 2019 ha sido el año en que la realidad ha superado a la ficción.
Comenzaba Luka el año de su vigésimo cumpleaños con un holgado triunfo ante los Charlotte Hornets de su amigo y excompañero Willy Hernangómez. 18 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias en 26 minutos convertían al nacido en Liubliana en el MVP de un partido que iba a suponer el comienzo de su idilio con un 2019 en el que iba a pelear por ser el mejor rookie del año.
La batalla por ser el jugador más destacado en su primera temporada entre Trae Young y el canterano blanco estaba siendo encarnizada. Pese a que el mes de noviembre del base de los Hawks había sido paupérrimo y le situaba un escalón por debajo de Doncic, la procedencia de Luka hacía dudar, a parte de la opinión pública, de las posibilidades del esloveno para alzar el galardón. Pero, antes del citado premio, estaba un All-Star Game que iba a suponer el primer revés de Doncic en su andadura en la NBA.
La primera desilusión
Si uno de niño sueña con triunfar en la NBA, dicha fantasía va unida a la de participar en el partido de las estrellas, y los primeros meses de Luka en Estados Unidos volvían a situar la ilusión a la altura de realidad. Después de cerrar el mes de enero con una media de 22,4 puntos, con actuaciones destacadas contra Warriors y Raptors, y siendo el tercero en las votaciones del público para el All-Star (4,2 millones de votos le situaron detrás únicamente de LeBron y Antetokoumpo) las puertas del partido de las estrellas se cerraban para Doncic.
Entrenadores y jugadores infravaloraban la temporada del canterano blanco e impedían que consiguiese lo que Griffin o Yao Ming lograran en 2011 y 2003 respectivamente, llegar al All-Star Game siendo un rookie. El idilio de Doncic con la NBA había sufrido un revés difícil de olvidar, pese a que Luka iba a estar en Charlotte disputando el Rising Star Game, sin embargo el escolta esloveno iba demostrar que toda esa opinión contraria estaba equivocada.
Tras el evento de febrero, el jugador de los Mavericks mantuvo su ceño fruncido y su línea ascendente hasta el término de la temporada. El equipo de Dallas finalizó penúltimo de la Conferencia Oeste con 33 victorias y 49 derrotas, un balance que habría sido catastrófico de no contar con 'Luka Magic' en sus filas.
El 'ROY' le pertenece
Este esfuerzo casi sobrehumano por evitar el naufragio de una franquicia en construcción, que quedó más que reflejado en las stats de toda la temporada, fue valorado por los distintos periodistas norteamericanos y canadienses que votan el Rookie Of the Year. Luka fue elegido el mejor joven del año en la NBA por una aplastante mayoría.
De los 100 periodistas que votaron, 98 situaron a Doncic como el jugador de primer año más importante de la temporada, logrando que el esloveno fuese el segundo europeo en alzar tal galardón tras Pau Gasol.Este fue el broche de oro que Luka puso a una temporada sobresaliente en lo individual que solo hacía presagiar que su techo se iba a situar más alto que nunca.
Después de dejarse ver por el Palacio de los Deportes durante el mes de abril, tras pasear durante toda la temporada su madridismo por cada rincón de los EE.UU., Luka afrontaba un verano de perfeccionamiento y descanso que iba a servir de preludio de un inicio de temporada de récord.
Luka supera a Bojan
Con Tim Hardaway, Seth Curry y Prozingis, ya recuperado de su grave lesión, los Mavericks daban a Doncic unos paladines más que aceptables para su segunda temporada. Partiendo bastantes escalones por debajo de favoritos como Clippers, Lakers o Rockets, el equipo de Dallas iba a, en dos meses, dejar clara su condición de equipo revelación. Y el principal culpable de ello iba a ser un Doncic de récord a la altura de Michael Jordan.
El 1 de noviembre de 2019, contra los Lakers de Los Ángeles, Doncic lograba el primero de los 20 partidos consecutivos en los que iba a conseguir al menos 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. El canterano blanco batía de esta manera una marca que pertenecía desde la temporada 1988/1989 a un jovencísimo Michael Jordan que disputaba su quinta campaña en la NBA.
Nadie podía detener a Luka y sus ansias por seguir pulverizando dicho récord. Pero fue entonces cuando una inoportuna lesión de tobillo le obligó a frenar y puso punto y final a esta racha histórica. Cuatro partidos después y, en vísperas del nuevo año, Luka volvió a la pistas de la misma manera que se marchó: haciendo unos números de récord con la misma sonrisa con la que conquistó la Euroliga en 2018, el ROY en 2019 y que aspira al MVP en 2020.
Durante la primera década de los 00', cuando la infancia de Doncic estaba en su apogeo, las reposiciones de Bojan The Bear seguían siendo el programa favorito de los niños eslovenos. Unos críos que no sabían que la magia de aquel dibujo animado, que se dedicaba a pintar el mundo de tres colores, iba a ser sustituida por los trucos de un Wonderboy capaz de colorear sonrisas juguetonas y plagadas de satisfacción en todo aquel amante del baloncesto. Los dibujos mañaneros han dejado paso a los highlights de un Doncic que hace prever un 2020 aún mejor que el 2019.
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