El Real Madrid se llevó un duelo intenso ante el ASVEL Villeurbanne tras un último cuarto sensacional de Garuba. El canterano blanco acabó lo que Carroll empezó y finiquitó a un equipo galo, intenso, y que rozó el premio. [Narración y estadísticas: Real Madrid 87-78 ASVEL Villeurbanne].
El WiZink Center abría sus puertas a la Euroliga, no como el Mediolanum Forum, y lo primero que iba a sentir era el jolgorio de una decena de aficionados lioneses, que jaleaban a su equipo durante el primer calentamiento. Tras este sobresalto inicial, el Palacio comenzó a llenar con cuentagotas hasta mostrar una entrada más que aceptable al momento del salto inicial.
El inicio, para el ASVEL
Con los canteranos Nakic y Garuba compartiendo titularidad, el choque comenzó con un intercambio de canastas sin pausa y con el ASVEL repartiendo estopa como si no hubiera más cuartos. En tan solo cuatro minutos el equipo francés entró en bonus, pero esto quedaba empañado por los constantes tiros de cuatro metros que anotaban sin fallo.
Kahudi le demostraba a Nakic lo que era la competición europea una y otra vez, mientras que Tavares sostenía a los blancos desde la pintura. El canterano se llevó la ovación del pabellón por su entrega y dejó paso a la veteranía de Rudy, pero los cambios no mejoraron en exceso lo visto en los primeros minutos. Una pérdida del balear ponía el punto y final a un primer cuarto en el que la intensidad de los galos marcó el devenir del mismo.
Reacción blanca
Con 14-20 y con Tony Parker disfrutando de la puesta en escena de su equipo en Madrid, el segundo acto mantenía el guión del anterior para desesperación de los locales. El Madrid necesitaba puntos como el comer y ahí dieron un paso al frente Rudy y Causeur para que el partido se igualara de nuevo.
La entrada de Laprovittola había dado un nuevo aire a la dirección merengue y así lo demostraban los constantes aplausos de Laso desde la banda. Las directrices del base argento y la mejora defensiva del cuadro local, mención especial a Rudy como no, llevaron al Madrid a dominar el marcador como el guión del partido indicaba.
Se sumó a la fiesta merengue Thompkins, pero el Villeurbanne aún tenía mucho que decir en este partido. Las canastas de Livio reactivaban a los franceses y evitaban que la lluvia inundara sus opciones de triunfo. El segundo cuarto no dio para más y un triple de Causeur ponía el broche al mismo dejando al Madrid liderando el marcador (39-38).
El partido estaba en un pañuelo y era cuestión de tiempo que que se transformara en ascuas. En las gradas ya había habido run-run con algunos balones divididos que habían acabado siempre del lado galo, y ese cuchicheo se transformó en griterío con la tercera personal de Campazzo. No hizo otra cosa que beneficiar a los intereses merengues el ascenso de temperatura que vivió el WiZink.
Carroll reina entre tensiones
La hinchada merengue comenzó a formar parte, por fin, del partido y el Madrid remontó el parcial inicial que le había endosado el ASVEL para devolver la igualdad al luminoso. Pero poco duró la alegría para los merengues y es que, bajo la dirección de Strazel, los de Lyon mantenían la cabeza en el partido y volvían a marcharse en el marcador (51-57).
Una nueva reacción blanca no tardó en llegar y esta hizo su aparición a la vez que dos técnicas, a Laso y a Rudy, sacaban más de sus casillas a la afición de un WiZink que no entendía nada del arbitraje. Mientras que las pulsaciones subían, Carroll mantenía su corazón al mismo ritmo y se marchaba a los 19 puntos liderando al Madrid en el tramo final de este tercer acto apasionante.
Garuba sella el choque
67-63 mostraba el luminoso del WiZink cuando el último cuarto entró en acción. La pasión que había imperado en el periodo anterior había dado toda la tensión necesaria a un choque que careció de ella en la primera mitad. Y esa inestabilidad neural iba a alcanzar su esplendor cuando Garuba sacó músculo tras un 2+1.
Fue alzar la voz el canterano merengue y apagarse las luces de ambos equipos de cara al aro. Los minutos corrieron sin piedad y la ventaja de cinco puntos permanecía inmóvil hasta que Garuba sacó su fusil. Desde la esquina, donde los grandes cuatros marcan diferencia, Usman anotó un triple que cortó la mala racha. No contento con ello, machacó el aro en la siguiente posesión y el Palacio estalló en júbilo con él.
Estas acciones acabaron por matar a un equipo francés que vio como el trabajo realizado durante todo el partido quedó hecho cenizas. Las ganas y el acierto de una de las esperanza del baloncesto español acabó decidiendo un partido más vibrante de lo esperado por el mismo resultado que en la ida.
Real Madrid 87-78 ASVEL Villeurbanne
Real Madrid: Campazzo (2), Carroll (19), Nakic (2), Garuba (10), Tavares (9) - quinteto inicial - Causeur (15), Rudy (9), Laprovittola (9), Felipe (4), Thompkins (8), Mejri (-).
Entrenador: Pablo Laso.
ASVEL Villeurbanne: Strazel (11), Berry (3), Kahudi (8), Livio (13), Yabusele (9) - quinteto inicial - Jekiri (10), Maledon (12), Lomazs (4), Galliou (-), Noua (2), Diot (0), Lighty (6).
Entrenador: Zvezdan Mitrovic.
Árbitros: Radovic, Nikolic, Fritz.
Parciales: 14-20| 25-18| 28-25| 20-15|
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 28 de la Euroliga disputado en el WiZink Center, Madrid.