El Real Madrid afronta un final de temporada inédito e histórico. Un desenlace del campeonato calificado como excepcional, pero también como trepidante. Doce equipos que se medirán cara a cara en una lucha sin cuartel en la que solo quedarán dos conjuntos en pie para disputarse el título a un solo partido.
Esos doce equipos, divididos en dos grupos y que vivirán, como mínimo, 10 días de infarto y sin respiro, escribirán una página en la historia de la Liga Endesa que nadie imaginaba hace tan solo unos meses. Sin embargo, cada uno de los jugadores que ha acudido a la burbuja de Valencia con la difícil y heroica misión de seguir tirando hacia adelante tiene su propia historia.
Una de las historias más cortas, que se podría calificar como ‘aun por escribir’, es la de Juan Núñez, la última perla de la cantera madridista. El joven, aun en edad cadete, ha sido la sorpresa de Pablo Laso para afrontar un reto de unas dimensiones desconocidas para el técnico madridista. Sin embargo, el estratega de los eternos paseos por la banda del Wizink Center no lo hace a ciegas, si no confiando en uno de los mayores talentos del baloncesto nacional.
Mejri abre la puerta
La baja de Salah Mejri, confirmada por el propio Pablo Laso, ha sido la primera llave que ha abierto la puerta del canterano. El pívot tunecino, que llegó este año al Real Madrid para aumentar la rotación en el puesto de cinco tras realizar un Mundial espléndido, no ha dado los frutos esperados.
Era una hombre que ya conocía la casa, que no solo había vestido la camiseta blanca, si no que había levantado títulos importantes con ella. Sin embargo, sus continuas ausencias y su pobre rendimiento han hecho que ni siquiera esté presente en esta fase final excepcional de la Liga Endesa.
La ‘torre’ de Jendouba, de casi 2,20 metros de altura y que promedió más de 16 puntos y 10 rebotes en el Campeonato del Mundo con Túnez, sufrió una lesión en el pie nada más aterrizar en la capital de España. Su adaptación al equipo fue muy tardía, y nunca terminó de entrar en la dinámica de un equipo diseñado para ser campeón y convertirse en un rodillo que destroza rivales.
Y de aquellas aguas, estos lodos, Salah Mejri se encuentra hoy fuera de la disputa de la Liga Endesa, donde en su lugar se ha colado un joven base de tan solo 16 años y 1,91 de altura que ya es conocido por todos en la cantera madridista. La factoría de Alberto Angulo no deja de producir diamantes en bruto que tocan con frecuencia la cumbre del primer equipo, demostrando el éxito del trabajo estructural que se lleva a cabo en la ‘Casa Blanca’.
La joya que más brilla
Tal es la productividad de la mina madridista que Juan Núñez se ha colado en esta fase final por delante de otras dos perlas de la cantera como son Matteo Spagnolo y Boris Tisma. Ambos saben lo que es vestir la camiseta del primer equipo a pesar de su corta edad y ya han trabajado en multitud de ocasiones a las órdenes de Pablo Laso, pilar fundamental que permite florecer a las jóvenes promesas que llaman la atención desde la cantera.
Spagnolo es un base 17 de años de origen italiano que llegó al Real Madrid hace tan solo dos cursos. Tras pasar por el equipo cadete, este año ha brillado en el junior y en Liga EBA y tuvo la oportunidad de dejarse ver durante la pretemporada de la primera plantilla.
Repleto de talento y fortaleza física gracias a su 1,92 de altura, Matteo tiene un dominio de balón excelente, una enorme visión de juego y una notable capacidad anotadora. Un director de orquesta que encaja a las mil maravillas en el perfil de base moderno, capaz de aportar en cualquier situación de la cancha.
Por su parte, Boris Tisma es un jugador que lleva muchos más años en la cantera merengue. Definido como un talento puro, destaca por su versatilidad y su capacidad de trabajo a pesar de llevar la anotación en su sangre croata. Tisma ha heredado ese toque mágico de los elegidos de los Balcanes para convertirse, con tan solo 18 años, en un jugador casi imparable.
Y por delante de ambos se ha colado el jugador más joven inscrito en esta fase final de la Liga Endesa, Juan Núñez, un talento precoz como pocas veces se recuerda y al que se ha llegado a comparar con Luka Doncic, ejemplo a seguir para todos ellos.
Los mejores minutos de Núñez en el Madrid
Juan podría realizar estos días su debut en competición oficial con el Real Madrid. Sin embargo, no serían los primeros minutos que disputaría bajo las indicaciones técnicas de Pablo Laso, ya que el canterano blanco disputó bastantes minutos al inicio del curso, durante los primeros días de pretemporada y ante la baja de los mundialistas Sergio Llull, Rudy Fernández, Facundo Campazzo, Nico Laprovittola y Gabriel Deck.
En aquellos partidos del Torneo Costa del Sol celebrados en la provincia de Málaga, Núñez pudo dejar buena muestra de su gran calidad, su talento, sus dotes de mando y su capacidad para dirigir el juego de un equipo de primer nivel como el Real Madrid a su corta edad.
Además, dejó ver un desparpajo impropio en un chico tan joven al atreverse a tomar responsabilidades y mirar a canasta cuando la jugada lo requería.Fueron esa muestra de valentía y personalidad las primeras señas que dejó Juan en un primer equipo al que ha vuelto estos días. El simple hecho de entrenar entre los mejores de Europa supone un cursillo acelerado de baloncesto solo asimilable para alguien de su madurez.
Tras esa primera toma de contacto con el primer equipo, la temporada del jugador madrileño ha estado marcada por su continua evolución y crecimiento en el juego. Su enorme talento y sus grandes aptitudes para adaptarse a cualquier entorno le han permitido brillar en el equipo de la Liga EBA este mismo curso tras ascender del conjunto cadete al junior.
Como si de una carrera de obstáculos se tratase, Núñez ha ido superando barreras hasta encontrarse estos días rodeado por los Sergio Llull y compañía. En tan solo 10 partidos con el filial madridista, Juan ha sido capaz de promediar cerca de 10 puntos y 4 asistencias en algo más de 20 minutos de juego, destacando especialmente por su fiabilidad con el balón en las manos. Las pérdidas no son el talón de Aquiles de un jugador con una cabeza privilegiada.
En su mejor partido en Liga EBA, el joven base fue capaz de anotar 21 puntos con un 5 de 6 en triples y dispararse hasta a las 7 asistencias. En Valdebebas ya alucinan con las exhibiciones de un chico que acaba de cumplir los 16 años y que parece no tener techo.
Sin embargo, su gran momento con la camiseta del Real Madrid llegó en uno de los mayores escaparates del mundo del baloncesto para jóvenes talentos, la Adidas Next Generation Tournament, el torneo que ha visto brillar a otros canteranos ilustres como Usman Garuba o Mario Nakic. En el campeonato disputad en Múnich, Juan Núñez fue capaz de dirigir al equipo blanco hasta el título para coronarse como el MVP del torneo.
Más allá de sus números, 10 puntos y 5 asistencias por partido, dejó sensaciones en la pista de ser ante alguien diferente, capaz de hacer cosas que solo los grandes saben, mucho más lejos de las puras estadísticas.
Núñez demostró tener un talento innato para marcar los tiempos del partido, para ordenar y dirigir el devenir de los acontecimientos en función de las preferencias de su equipo. Capaz de llevar el compás con una precisión milimétrica, Juan imprimía el vértigo necesario para romper rivales antes de dormirles con su infinita pausa, y terminar de aniquilarles a su antojo. Gracias a ese torneo, el mundo del baloncesto ha descubierto a un chico sin límites que desborda carisma por los cuatro costados.
Así es Juan Núñez
Juan, que es menester recordar que sigue siendo cadete, podría definirse como un verdadero director de orquesta, un base de los pies a la cabeza con unas cualidades técnicas hoy por hoy incalculables. Habla y entiende el lenguaje de los genios porque su lectura del baloncesto es asombrosa para un chico de su edad.
Destaca sobre todo por su infalible y virtuosa capacidad de pase, y por tener ese gen ganador que le hace ser un líder en la pista. Él mismo cuenta que algunos de sus ídolos son jugadores de la talla de Milos Teodosic o Vassilis Spanoulis, a los que algún día le gustaría parecerse y de los que de momento aprende hasta el último gesto.
Tal ha sido el revuelo generado por este chico que, en la mejor liga del mundo, ya le han echado el ojo. El talento no pasa desapercibido en la NBA sea cual sea el lugar del mundo en el que se esconda, y el de Juan Núñez ya empieza a despertar el interés de los mayores expertos.
Un chico entre gigantes
Si Pablo Laso le hiciera debutar durante esta fase final excepcional, sumaría otro peldaño más en una escalera hasta ahora plaga de éxitos, dejando una nueva pista de su precocidad. Además, podría empezar a escribir su nombre en los libros de historia de la liga al situarse como el quinto jugador más joven en debutar, superando a Luka Doncic y codeándose con grandes nombres de la competición como Carlos Alocén o Ricky Rubio.
Tras todo el trabajo realizado en un curso que sin duda quedará marcado para siempre en su memoria, ha llegado un premio que seguramente ni él mismo esperaba. Al menos, no tan pronto. Pablo Laso lo ha elegido a él, al chico que llegó en el año 2015 procedente del Alcorcón Basket para cerrar la lista que peleará por levantar una nueva Liga Endesa, la que podría ser la número 36. Y ahí se encuentra él, el chico de oro rodeado de gigantes que podría hacer historia en esta fase final de una ACB tan especial.
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