El Real Madrid se jugará este viernes el pase a las semifinales de la fase final de la Liga Endesa después del batacazo que supuso la derrota ante MoraBanc Andorra. No dependerá de sí mismo y necesitará la carambola de una derrota de Valencia Basket frente a Herbalife Gran Canaria y su triunfo ante Casademont Zaragoza. De hecho, la sección de baloncesto merengue solo podría ser primera de grupo si suceden estos resultados.
Es evidente que esta situación excepcional que se está viviendo durante la fase final podía provocar sorpresas de este tipo, pero los resultados de sus rivales están haciendo menos excusable el rendimiento de los de Pablo Laso. La derrota ante San Pablo Burgos y esta frente al equipo del Principado han supuesto un aviso importante de una realidad que la plantilla tiene que ir aceptando: la edad pasa por todos.
El Real Madrid fichó el último verano a dos jugadores. Nico Laprovittola llegaba a la entidad blanca tras ser el MVP de la Liga Endesa, pero firmaba con 29 años ya en sus piernas. Jordan Mickey rejuvenecería un poco la media de edad de la plantilla merengue y reforzaría una posición en la que Felipe Reyes, pilar histórico del club, ha cumplido 40 primaveras esta temporada y que ha renovado por una campaña más.
A estas incorporaciones se añadía la presencia de dos jugadores criados en la cantera del club y destinados a ser importantes en el futuro. Sobre todo en el caso de Usman Garuba. El pívot de 18 años ha tenido importancia a lo largo del año para Laso, que le ha dado la oportunidad de empezar a lucirse tanto en Liga Endesa como en Euroliga. También ha contado con Mario Nakic, alero de 19 años, pero sin tanta importancia como el 2,01 polivalente. También ha aparecido el nombre de Juan Núñez, con sus 16 años, como una nueva ilusión desde las categorías inferiores.
Una base sólida
Sin contar al croata, ahora mismo la plantilla de Pablo Laso cuenta con una media de edad de más de 30 años. La madurez tiene muchas cosas buenas, de hecho muchos de estos jugadores están en su momento de plenitud. Anthony Randolph y Trey Thompkins, con 30 años ambos, han alcanzado un grado de actitud que ha ido moldeando la experiencia que han acumulado en el Real Madrid. Los problemas físicos de Rudy Fernández, 35 años, y Sergio Llull, 32, impiden verles en esa plenitud durante todo el año, pero aún así siguen siendo capitales.
Pero esa madurez también es una tara, sobre todo en el aspecto físico. Los 33 años de Fabien Causeur, los 37 de Jaycee Carroll, los 31 de Jeffery Taylor y los 34 de Salah Mejri, aunque no haya contado en su regreso al conjunto blanco, suponen una gran cantidad de problemas en forma de lesión y que no puedan jugar los mismos minutos que antes.
Y eso se nota cuando lo comparas con las temporadas de Facu Campazzo y Edy Tavares, 29 y 28 años respectivamente, no hay color. Los dos han sido hasta ahora los jugadores más destacados del año. El físico y el estar en la plenitud de su carrera marcan la diferencia en una plantilla que, tras esta temporada, se podría decir que el grado de la experiencia no compensa con la frescura del equipo.
Mickey y Gabriel Deck, 25 años ambos, son los únicos jugadores que están en ese escalón entre los que están cerca de los 30, o los pasan, y la savia nueva de los Garuba y compañía. En medio de un panorama que hace muy difícil que haya fichajes durante el verano, el Real Madrid siente cada vez más la necesidad de una reconstrucción a base de pinceladas.
Tanto Juan Carlos Sánchez Lázaro como Alberto Herreros han acertado siempre en esas dos o tres incorporaciones que se realizan anualmente para 'renovar' el grupo. Sin embargo, la situación económica global tras el coronavirus impide esos fichajes de campanillas o, al menos, con los sueldos de otros años.
En cuanto a las cesiones, el Real Madrid tiene que decidir sobre Klemen Prepelic y Carlos Alocén, recién nombrado mejor joven de la Liga Endesa por segunda vez consecutiva.
El actual jugador de Joventut parece difícil que regrese después de unas declaraciones en las que descartaba esa posibilidad antes de empezar la fase final que sigue en juego. De hecho también decía que esperaba tener decidido su futuro antes de que acabara el torneo que se disputa en Valencia.
Además, el Real Madrid ha apostado por la renovación de Carroll y Reyes. Ambos jugadores han sido y son fundamentales en el club blanco y se merecen una última campaña que termine con normalidad. Eso sí, ello también impide apostar por otros jóvenes o por el regreso de Prepelic tras la extensión de contrato de Jaycee.
El caso de Alocén es bien distinto. El club fichó el verano pasado al base canterano del Zaragoza y parece destinado a ser el sustituto en el futuro de Sergio Llull. Su llegada podría anticiparse en función de lo que pase con el futuro de los otros dos bases. Facu Campazzo y su salida rumbo a la NBA han sido noticia varias veces durante esta temporada, pero parece difícil que se produzca ese movimiento. Más difícil es la situación de Nico Laprovittola, aunque en principio no hay previsiones de que cambie de aires.
Un mercado 'prohibido'
En cualquier caso, las opciones que han sonado durante la temporada en forma de fichaje tampoco rebajarían tanto la edad media y ahora mismo aparecen como imposibles por su alto coste económico.
Vasijle Micic sonó más el pasado verano que a lo largo del año. Él sí sería una opción para reconstruir con sus 26 años, aunque la oferta que le realizó Anadolu Efes era inalcanzable. Tampoco De Colo pudo llegar tras la negativa de Valencia Basket, que tiene el derecho de tanteo en España. El francés, que estuvo muy cerca, iba a ser la gran estrella del 'nuevo' Madrid.
Kostas Sloukas es otro jugador para liderar ya. El base de 30 años está ahora mismo en el cenit de su carrera y sería una gran incorporación para reforzar la plantilla. Pero, pensando en el futuro, quizá llama más la atención dar la tentativa a Alocén, a pesar de sus 19 años. El griego de Fenerbahce sonaba más como opción para reemplazar a Campazzo si hubiera decidido dar el paso a la NBA.
Los cambios que hizo el eterno rival el último verano sí que rejuvenecieron la plantilla y la edad media del Barça ahora mismo es de 28,6. Solo siete jugadores superan los 30 años, cuando en el Real Madrid son 10 de 15. Aunque el derroche económico de los azulgrana, con la Euroliga como objetivo, no ha cumplido con esas expectativas, era muy difícil de igualar por un desembolso inalcanzable.
El Real Madrid no aspira a eso, pero este episodio vivido en Valencia puede ser un aviso de cara a la estrategia de este verano. Garuba, hasta que llegue la NBA, es uno de los jugadores llamado a dar el salto en cuanto a jerarquía en el equipo. Campazzo y Tavares son capitales para el presente.
Si algo ha sabido el Real Madrid todos estos años ha sido renovarse sin cambiar la base. El caso es que, este verano, tiene más difícil que nunca lograr esas dos pinceladas a la plantilla para rejuvenecerla.
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