La afición va regresando a los pabellones de baloncesto españoles de forma paulatina. La presencia de público en la ACB está completamente prohibida, pues esta competición depende del Consejo Superior de Deportes. Sin embargo, la gestión respecto a los campeonatos continentales recae en cada Comunidad Autónoma, por lo que la decisión de permitir seguidores en las gradas es algo diferente a la adoptada por el organismo liderado por Irene Lozano.
El Real Madrid, que jugará su primer encuentro de esta campaña europea ante el Baskonia, tendrá a cientos de seguidores vascos en su contra. El equipo de Pablo Laso viajará al Fernando Buesa Arena y el club de Vitoria ya ha confirmado que tiene el visto bueno para que haya algunos privilegiados que puedan volver a disfrutar en primera persona de baloncesto de élite. Algo que ya ha sucedido en otros partidos del país como el del Joventut.
Concretamente serán 400 los aficionados que disfrutarán de un clásico del baloncesto español como es el Baskonia-Real Madrid. Según lo detallado por la entidad vitoriana, serán 600 las personas que accedan al recinto. Sin embargo, 200 de ellas son las que se necesitan como personal para organizar el evento, por lo que no se las contabiliza dentro del cupo de aficionados.
De las 400 entradas restantes, 200 serán sorteadas entre abonados particulares y las otras 200 entre empresas abonadas. El sorteo se ha realizado ante notario y los afortunados recibirán la entrada nominativa para evitar que cambie de las manos asignadas. El Baskonia, además, ha aclarado que el encuentro contará como uno más de abono, por lo que no "generará derecho a devolución".
"En caso de volver a realizar este mismo sistema en futuros partidos, los abonados que ya hubieran disfrutado de este partido no entrarán en futuros sorteos hasta que todos los abonados hayan tenido oportunidad de acudir", ha anunciado el club.
Por lo tanto, el Real Madrid tendrá un extra de motivación: debutar con victoria en la Euroliga, ante un rival como el Baskonia y contando con aficionados en contra en la grada. Un hecho que podría repetirse en la ACB próximamente, según indicó la competición nacional hace unos días.
El protocolo a cumplir
Todos los aficionados que hayan tenido la fortuna de recibir la entrada nominativa podrá acudir al pabellón sin necesidad de realizarse una prueba de la Covid-19 como ha sucedido en torneos como la Supercopa de Europa de fútbol. Tan solo deberá acudir con la entrada determinada y someterse a un control de temperatura. En cualquier caso, no se podrán superar los 37,5 grados.
Las localidades en las que serán situados los hinchas guardarán la distancia de 1,5 metros entre sí. También será obligatorio el uso de mascarilla, el gel hidroalcohólico que se proporcionará al entrar y no se podrán abandonar los asientos salvo que sea para acudir al aseo del pabellón. Y es que no habrá locales abiertos dentro de las instalaciones como podría ser la zona de restauración
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