Sergio Llull es el Real Madrid. Y gran parte de lo que ha sido el Real Madrid de baloncesto en los últimos ha llegado de las manos de Sergio Llull. Parece una unión indivisible, algo que ni la NBA ha podido romper, y eso que sus llaves suelen abrir los candados de todas las relaciones del baloncesto europeo. No obstante, el de Mahón se ha mantenido siempre fiel.
Es precisamente esa fidelidad y ese sentimiento madridista el que ha provocado que sea el mayor ídolo de toda la afición. Representa y encarna como pocos los valores de un equipo histórico y tiene una habilidad y una capacidad que va más allá de lo que se puede ver en la pista. Tiene el don de llevar al éxtasis a sus aficionados hasta límites siderales y eso, eso une mucho.
Sin embargo, Llull ha llegado a un momento de su carrera un tanto extraño. A sus 33 años, ocupa un papel diferente dentro del equipo de Pablo Laso. Ha perdido ese papel de jugador decisivo y casi única referencia que encarnó durante sus mejores años y ha delegado esa importancia en figuras como la de Campazzo o Tavares. Llull es más complementario que nunca, tanto dentro como fuera de la pista, por eso sus compañeros le aprecian.
Sigue siendo uno de los mejores de Europa y sus 'mandarinas' siguen siendo temidas por todos. No obstante, han cambiado cosas en los últimos años, sobre todo desde su gravísima lesión, y las preguntas que le llegan a todo deportista sobre su futuro cuando cumple una edad empiezan a rondarle la cabeza. A pesar de que nadie duda de su continuidad, el propio Llull el primero, prefiere no aventurarse en exceso sobre ciertos temas.
"No sé qué va a pasar y no quiero dar nada por hecho. Solo sé que haré siempre lo que necesite el Real Madrid, un club que siempre está por encima de todo. Siempre intento dar el máximo en la pista, que es lo que esperan de mí mi entrenador y mis compañeros. Ese es mi rol ahora y ese va a ser mi rol hasta que deje de jugar".
El caso Campazzo
Llull prefiere no plantearse su futuro hasta el crítico momento en el que sea necesario. Sin embargo, otros jugadores en la plantilla están muy pendientes del suyo y eso puede ser un hándicap importante en los próximos días. El más comprometido es, sin duda, Facundo Campazzo, que tiene muchas ofertas de la NBA y que a partir del próximo viernes, día en el que se abre la agencia libre de la liga americana, podría cruzar el Atlántico y dejar de pertenecer al Real Madrid.
"Campazzo sigue siendo jugador del Real Madrid. Estoy cada día con él en los entrenamientos y los partidos y está comprometido con el equipo. No ha cambiado nada, sigue dado el cien por cien en cada partido y todo el mundo puede verlo", así ve Llull la situación de su compañero en una entrevista con el medio Walla Sport.
Un año diferente
Llull ha tenido también palabras para una temporada que sin duda está siendo la más complicada para todos. El año del coronavirus no está siendo fácil, especialmente en Europa, ya que los viajes y el hecho de visitar otros países complica más si cabe toda la situación sanitaria a pesar de que ellos intentan tomarlo con normalidad.
"Está siendo una temporada extraña para todos. Tenemos que adaptarnos y eso es lo que estamos haciendo. Hay que hacerse a las nuevas circunstancias aunque no es fácil. Pero en cualquier temporada los equipos tienen picos y valles y esta no es una excepción. Estamos trabajando duro para ser un equipo cada vez más duro y creo que lo estamos consiguiendo, paso a paso".
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