El Panathinaikos ha emitido un comunicado para hacer constancia de su queja oficial ante la Euroliga. El club heleno entiende que el arbitraje que tuvo lugar ante el Real Madrid, en un OAKA vacío por las medidas sanitarias, no hizo justicia y tuvo varios errores a favor del equipo de Pablo Laso. Una nota sorprendente dado que, durante el encuentro, ni los jugadores del conjunto griego ni su entrenador realizaron quejas airadas.
El Real Madrid venció tras dos prórrogas muy igualadas y un gran partido de Alberto Abalde. Un triunfo que le da oxígeno a los merengues, que se mantienen en la pelea por el liderato tras su mal inicio en la Euroliga, y que por el contrario deja hundido a un Panathinaikos que lo levanta cabeza y que tiene casi imposibles los playoffs si no cambian de rumbo.
Según remarcan en el comunicado emitido, los "indefendibles y graves errores" de los colegiados les "han costado una victoria" y están "obligados a reaccionar". "No hay otra forma de reaccionar en este momento que hacer una queja oficial por escrito", denuncia el Panathinaikos, que aprovecha lo sucedido ante los blancos para ahondar en su conflicto interno con la Euroliga.
"Nos pide -la Euroliga- que protejamos el producto evitando expresarnos en público". Sin embargo, las "decisiones" que consideran "peligrosas" son las que "dañan la imagen y la reputación del baloncesto europeo". "En un partido entre dos de los equipos más legendarios de Europa, un partido que debería haber sido una celebración del baloncesto", apuntan en la nota oficial, "algunas personas no cumplieron con las expectativas y no respetaron la historia de estos dos clubes", en referencia a los colegiados.
Sus críticas no son del todo correctas, pues la Euroliga ha acostumbrado estas temporadas a emitir comunicados sobre aquellos errores arbitrales que se hayan producido en las jornadas europeas. Y, en el caso de que estos hayan sido flagrantes y determinantes en el resultado final, se han señalado.
Hasta enfrentarse al Real Madrid, habían respetado "este principio" de mantenerse en silencio "sin excepciones". Y eso a pesar "del innecesario y arriesgado viaje" que dicen les pidió la Euroliga al hacer el viaje a Francia, donde la crisis de la Covid-19 estaba causando grandes problemas en el ASVEL. Un nuevo episodio y que tensa la relación con la competición.
La guerra griega
Cabe recordar que el máximo mandatario del Panathinaikos, Dimitris Giannakopoulos, amenazó con abandonar la Euroliga antes de que comenzara la temporada. Desestabilizó la competición e hizo pública su guerra con la cúpula de la liga europea, con la que ha mantenido serios conflictos por la forma de gestionar la Euroliga y por su polémica personalidad. El pasado mes de junio, cuando dio a conocer todos estos detalles, puso en venta el club.
Como se informa en el mismo comunicado, la intención de la nueva cúpula era tomar un camino mucho más colaborativo: "Al principio de la temporada, como nueva administración del Panathinaikos BC, nos comprometimos a intentar restablecer nuestras relaciones con la Euroliga, salvaguardando siempre los intereses y la historia de nuestro club". Sin embargo, su última protesta oficial no refleja esa actitud.
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