El Real Madrid se marchó de Grecia con dos buenas noticias, pero con una lo suficientemente mala como para olvidar los resultados. A pesar de ganar al Panathinaikos y Olympiacos en sus feudos, complicados tanto con afición como con el silencio provocado por la Covid-19, el conjunto blanco perdió a una de sus estrellas. Anthony Randolph tuvo que parar en el último encuentro y las peores previsiones se han cumplido.
La cosa no pintaba nada bien según abandonó el parqué entre gestos de dolor y con la ayuda de los servicios médicos merengues. Menos aún cuando Laso reconoció que eran pesimistas y cuando el vestuario se volcó, vía redes sociales, mandando mensajes de ánimo al interior esloveno. Una vez en Madrid y pasadas las pertinentes pruebas, el conjunto blanco confirmó que se trataba de una rotura del tendón de Aquiles que le obligará a despedirse de la temporada baloncestística. Una pésima noticia y que desbarajusta la planificación del Real Madrid.
El conjunto merengue llegó a barajar el fichaje de un interior en el verano. Zizic, sin ir más lejos, estuvo prácticamente atado por los de la capital. Finalmente, y con la espera por lo que podía hacer Campazzo de por medio, el pívot cambió de planes y fichó por Maccabi. Tavares iba a ser el único cinco puro y Laso tendría que tirar de fondo de armario para suplir esa posible carencia. Los resultados hablan por sí solos: el técnico lo ha logrado con un gran Garuba y las constantes rotaciones en la pintura. Primeros en ACB y en la parte alta de Euroliga tras un mal inicio.
Sin embargo, la lesión de Anthony Randolph trastoca bastante los planes del técnico. Perder a Campazzo a mitad de temporada ya era complicado, pero en apenas unas semanas tener que asumir que no podrá contar con otro anotador como Randolph, supone un imprevisto muy doloroso para las aspiraciones blancas. ¿Cuáles son sus opciones? Una es la de fichar. La otra, la de hacer valer la larga plantilla del Real Madrid.
En estos momentos, el conjunto merengue cuenta con Tavares como pívot único y con Usman Garuba, Trey Thompkins y Felipe Reyes en el puesto de 'cuatro'. Tres nombres que, hasta el momento, estaban ocupando el puesto de pívot en los momentos en los que el caboverdiano necesitaba un descanso. Sin Randolph baja el nivel de la rotación y se abren nuevos caminos.
Las opciones
Pablo Laso, en primer lugar, tendrá que darle mayor protagonismo a Felipe Reyes. El veterano capitán apenas está contando en esta primera parte de la temporada y sin Randolph, el cordobés ganará opciones de entrar en la rotación. Además, el entrenador del Real Madrid también podría tirar de la cantera para dar oxígeno. Vukcevic ya ha debutado con los blancos y ejerce de interior en el Júnior. Tisma, con más costuras para alero, podría subir y aumentar las opciones.
Sin tener que recurrir a la cantera, el conjunto madridista también tiene más posibilidades. La más recurrente es la de tirar a Deck al puesto de cuatro. El argentino ya ha disputado más de un partido como hombre de la pintura y sin Randolph tendrá que recoger esos minutos.
La salida de Deck de la zona de alero al de ala-pívot, además, también aumentaría la rotación en los puestos exteriores. Alberto Abalde viene jugando de base en los últimos encuentros, pero está acostumbrado a ejercer de alero y si Deck cambia de posición, Abalde podría ocupar la suya en el 'tres'. A su vez, dejaría un hueco en el base que vendría bien a Alocén.
En definitiva, Deck se convertiría en un interior más, Abalde recuperaría el puesto de alero y Llull podría ejercer de escolta para dejar a Laprovittola y Alocén en la dirección de juego. Los centímetros y la potencia anotadora de Randolph son insustituibles, pero no sería la primera vez que Laso se sobrepone a una lesión de este calibre.
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