El Real Madrid se llevó una merecida y necesaria victoria ante Panathinaikos en un partido que se complicó más de lo previsto. El equipo blanco fue claramente superior en la primera mitad gracias a la dirección de Alocén. Sin embargo, la intensidad decayó y Panathinaikos se metió en el partido. Llull, clave, mantuvo las distancias. [Narración y estadísticas: Real Madrid 76-66 Panathinaikos]
La noche comenzó bien. El Real Madrid muy cómodo, gustándose, con sensaciones de superioridad. El Real Madrid que no se había visto en los últimos tropiezos europeos. La contundencia ofensiva sí hacía acto de presencia en el equipo de Pablo Laso. Taylor, protagonista desde el inicio, abría el luminoso. Tras dos minutos donde ninguno de los dos equipos encontró acierto, el cuadro merengue echó a correr y a base de velocidad se fue al 8-4.
Poco a poco, y con ese dinamismo que caracteriza al Madrid, el marcador se alargó hasta el 12-4. Alocén marcaba el compás y Taylor, acostumbrado a destacar en el plano defensivo, se incorporaba letalmente al ataque. Tanto que los de Laso se iban al 18-8 con un rodillo en pocos minutos. Los jugadores merengues conectaban con facilidada ante un Panathinaikos que no encontraba respuesta defensiva. Llull imprimió algo de velocidad y el Madrid cerró el primer cuarto con un 25-12 muy optimista.
Nada cambió instantáneamente en el segundo cuarto. Causeur, algo fallón, se autoexigía lo máximo para recuperar la buena imagen. y no falló. El francés marcó su triple y el Real Madrid se plantó con un 38-19 a varios minutos para irse a vestuarios. Tres de tres en triples para el galo y el Real Madrid que continuaba con su carrera en la pista a golpe de Alocén. 49-27 para el descanso y un partido que parecía sentenciado.
Remontada... y Llull
Sin embargo, el tradicional bajón llegó al reanudarse el partido. El Real Madrid sigue sufriendo leves desconexiones que en más de una ocasión le han costado la derrota. Y ante Panathinaikos pudo ocurrir lo mismo. Porque entre Auguste y Bochoridis el marcador se fue ajustando paulatinamente hasta el 55-44.
Los veinte de ventaja quedaban en el olvido y el Real Madrid ya solo pensaba en defender la barrera de los diez. Con Carroll como arma, los de Laso mantenían alejados a los griegos, pero el escolta se tuvo que retirar lesionado tras un mal apoyo y su triple fue lo más amargo de la noche. Un mate de Deck para el 64-50 mandaba al último cuarto un partido con mucha vida.
Y, ahí, fue cuando apareció Sergio Llull. Determinante. Gozoso. Cómo le gusta al balear. Un paso, una carrera, un tiro. La bocina como latido. Más cerca de sonar, más fácil de meter. Y así el base salvó al Real Madrid. Porque Panathinaikos apretó, apretó mucho y más cuando Tavares no estaba en pista. Eso y ciertos errores de Alocén dieron alas al cuadro heleno, que se situaba con Foster a solo cinco puntos (66-61).
Pero Llull y sus seis puntos entre triples, canastas de dos y tiro libre, evitó problemas mayores para el Real Madrid. Victoria para la reconciliación y buenas noticias como la del '23'.
Real Madrid 76-66 Panathinaikos
Real Madrid: Thompkins (-), Alocén (13), Deck (20), Taylor (10) y Tavares (4) -cinco inicial-, Rudy (-), Abalde (4), Llull (7), Tyus (4), y Carroll (3), Causeur (11), Garuba (-).
Panathinaikos: Mack (4), Auguste (13), Nedovic (18), White (5), Mitoglou (5) -cinco titular- Bochoridis (5), Kaselakis (3), Vougioukas (-), Kalaitzakis (-), Foster (11), Sant-Roos (-) y Bentil (2).
Parciales: 25-12 | 24-15 | 15-23 | 12-16
Árbitros: Ilija Belosevic (Serbia), Carmelo Paternico (Italia), Tomislav Hordov (Croacia). Eliminaron por faltas a Auguste Zach
Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimosegunda jornada de Euroliga celebrado en el Wizink Center sin público.