El Real Madrid se quedó sin el segundo título de la temporada al caer ante el FC Barcelona en la final de la Copa del Rey de baloncesto. El cuadro de Pablo Laso tuvo que remontar tras una pésima primera mitad y, pese a los intentos, acabó achacando tanto la falta de lucidez ofensiva como los malos números cosechados en los 20 minutos iniciales.
Laso tuvo que afrontar, a la hora de preparar el partido, varias bajas por lesión y alguna que otra limitación en la rotación por molestias físicas. A lo largo del encuentro, además, pudo comprobar cómo los jugadores que no llegaban al 100% al partido iban un peldaño por debajo en el parqué.
El Real Madrid buscó darle la vuelta al partido en la segunda mitad y, con alguna que otra polémica arbitral, se dejó ir hasta recibir dos técnicas por protestar. Pero, ¿cuáles fueron las grandes claves que explican la derrota? Desde la falta de físico a la falta de triple.
Faltó físico
El cuadro blanco, justo antes de comenzar el calentamiento de la final, confirmaba una de las noticias que a posteriori se convirtieron en un puñal en el pecho merengue. Rudy Fernández, uno de los baluartes del cuadro blanco, se caía de la lista de jugadores disponibles por complicaciones físicas. El alero, veterano y determinante en el resto de títulos del Real Madrid, causaba baja y dejaba a los de Laso sin un anotador habitual en su rotación.
Sin embargo, no era el único. A la ausencia de Rudy había que sumarle las de Taylor y Randolph, lesionados antes de la Copa del Rey y que se echaron en falta en una final ante el Barcelona. Pero, por si fuera poco, el cuadro merengue contó con dos 'infiltrados' en su plantilla. El primero de ellos, Usman Garuba. El jugador tuvo problemas musculares en el inicio del torneo y, pese a ello, saltó al parqué para realizar muy buenos minutos en el aspecto defensivo. Pero el cuerpo tiene un límite y tuvo que retirarse completamente agotado.
El otro, y muy importante en el inicio de partido, era Tavares. El gigante de Cabo Verde terminó con molestias en el tobillo las semifinales ante Iberostar Tenerife. Por ello, Tavares se quedó en el banquillo con el salto inicial a la espera de poder contar con minutos. No tardaría y el interior tuvo que entrar ante un Barcelona que abrió brecha en los primeros compases. Tavares, pese a esas molestias, terminó con 28 de valoración.
Primera parte de horrores
Fue lo más importante del partido. El Real Madrid tuvo que pelear durante toda la segunda mitad por meterse en el encuantro acercándose al -10. Una situación que se produjo pero que, debido a la diferencia en el marcador, dio el suficiente colchón al Barcelona para reaccionar a tiempo.
El conjunto de Sarunas Jasikevicius se fue a vestuarios con 31-52 en el marcador y una diferencia de 22-68 en la valoración de la primera parte. Además, con una diferencia de rebotes de cuatro y, muy importante, seis asistencias más repartidas que el Real Madrid, síntoma de la falta de movimiento de balón que realizaron los de Laso. Además, Mirotic y Brandon Davies ya lucían 10 puntos en su cuenta particular frente a la falta de liderazgo en el cuadro capitalino. Solo entre ellos dos superaban con creces toda la valoración del Real Madrid.
Sin triple
Pilar fundamental del Real Madrid, no estuvo ni mucho menos a su favor en la final de Copa del Rey. El equipo blanco acostumbra a sufrir cuando no supera los diez aciertos desde el perímetro y en esta ocasión se pudo comprobar que esa estadística no es simple coincidencia. El conjunto de Pablo Laso anotó siete tiros de los 28 intentados. El Barça, solo uno más, pero con un 40% de acierto frente al 25% del equipo merengue.
Un acierto que fue determinante en aquellos tramos en los que el Real Madrid peleaba por la remontada. Las mandarinas de Llull no entraban y Carroll (0 de 5), completamente alejado de sus habituales términos anotadores, tampoco lograba encadenar esa racha. Por el contrario, el Barça sentenció desde la línea con Abrines alargando su efectividad de toda la Copa y hasta Calathes aprovechando la ocasión.
Anotación coral
La mala primera mitad del Real Madrid no fue culpa de un solo jugador, sino que Pablo Laso echó en falta esa coralidad que suele caracterizar al equipo merengue. Más allá de los aspectos defensivos, en términos de anotación acabó siendo determinante para el resultado final. El cuadro blanco no encontraba alternativas en ataque y el Barcelona, por el contrario, siempre tenía un as en la manga para sofocar la remontada local.
Mientras que en el Real Madrid hasta cuatro jugadores se quedaron sin sumar -Carroll, Laprovittola, Garuba y Tyus-, en el FC Barcelona solo hubo un hombre que se quedó sin disfrutar ninguna canasta: un Westermann que, pese a todo, valoró en positivo en los siete minutos sobre el parqué del WiZink Center.
Además, solo dos jugadores del Real Madrid lograron superar los 10 puntos (Abalde y Tavares), mientras que esa aportación se fue a los cinco representantes en el Barça de Jasikevicius (con Higgins destacando como MVP con 20 puntos).
[Más información - Unicaja estalla por el arbitraje ante el Barça: 'robo' en la última jugada]