Nikola Jokic capitaneó hoy a los Denver Nuggets de un estupendo Facundo Campazzo para destrozar a Los Angeles Lakers (122-105), que no solo cerraron su racha de siete victorias seguidas sino que además temblaron al ver cómo Anthony Davis se retiraba con una nueva y preocupante lesión en el tendón de aquiles.
Davis, que llevaba 15 puntos hasta ese momento y que ya ha tenido problemas en ese tendón de la pierna derecha esta temporada, salió de la cancha caminando con bastante dificultad cuando quedaban 2.36 del segundo cuarto y este lunes se someterá a pruebas para determinar la gravedad de la lesión. "Ha empeorado lo que tenía la semana pasada (en el tendón de aquiles). Sabremos más el lunes", dijo el entrenador de los Lakers, Frank Vogel, en la rueda de prensa posterior al partido. "Esperemos que no sea algo para mucho tiempo", añadió Vogel al comentar que Davis estaba de buen ánimo pese a la recaída.
Los Nuggets, que se tomaron hoy la revancha ante el equipo que les derrotó en las pasadas Finales de la Conferencia Oeste de la NBA, golpearon desde el perímetro con 19 de 47 en triples (41 %) frente al penoso 6 de 28 (21 %) de los Lakers. Jokic con un triple-doble (23 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias) fue el máximo referente de unos Nuggets (15 partidos ganados y 11 perdidos) en los que también destacó un muy intenso y acertado Facundo Campazzo con 15 puntos (4 de 8 en tiros, 3 de 6 en triples), 4 asistencias, 2 robos y un rebote en 26 minutos.
El otro hispano sobre la cancha, Marc Gasol, aportó para los Lakers 5 puntos (2 de 4 en tiros), 3 rebotes, una asistencia y un robo en 18 minutos. LeBron James acarició el triple-doble con 22 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias y fue el líder del conjunto de púrpura y oro, que ahora se queda con 21 victorias y 7 derrotas.
Desde el principio
Los angelinos le han cogido el gusto a empezar los partidos con cierto desdén y por detrás en el marcador, y hoy tampoco rompieron la tendencia. Jokic, un tormento para los Lakers en la zona, anotó 8 puntos en poco más de cuatro minutos y lanzó a los locales (14-9). Los actuales campeones de la NBA se repusieron con las contribuciones desde el banquillo de Kyle Kuzma y de Talen Horton-Tucker de modo que el primer parcial acabó en tablas (33-33).
El segundo cuarto rompió el equilibrio con un monólogo de los Nuggets, que aprovecharon una tremenda pájara de los Lakers en los los compases finales antes del descanso: cuando quedaban cinco minutos el marcador era de 51-53, pero al vestuario los de Denver se fueron con una clara ventaja de 73-61.
Jokic (23 puntos en la primera mitad) y Jamal Murray (12 puntos hasta entonces y 25 al final del partido) aprovecharon especialmente la ausencia de Davis pese a que James regaló un descomunal mate antes de cerrar el segundo cuarto.
A partir de ahí fue un quiero y no puedo de los Lakers, que con más esfuerzo que brillantez trataban de no desconectarse del partido (80-71 tras cuatro minutos) pero que poco a poco empezaron a asumir su inferioridad en la pista. Un triple más tiro adicional de Campazzo, totalmente activo tanto en defensa como en ataque, le dio a los Nuggets la mayor ventaja hasta el momento del duelo (97-79).
Los Lakers volvieron a dar un último empujón en el último cuarto, pero cuando quedaban 8 minutos y la diferencia ya era insalvable (112-93). Frank Vogel decidió sacar la bandera blanca y reservar a James, que venía muy cargado de minutos en los últimos días, para futuros compromisos.
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