El Real Madrid consiguió la victoria ante Monbus Obradoiro y sigue sin saber lo que es perder en partido oficial esta temporada. El equipo de Pablo Laso salió algo frío y desconcentrado, especialmente en un apartado clave en su juego como es el acierto en triples. Los de Moncho Fernández trabajaron bien y consiguieron estar cerca del marcador en todo momento. Tras la tensión del último cuarto, Sergio Llull acabó con la igualdad en los diez finales. [Narración y estadísticas: Real Madrid 78-68 Monbus Obradoiro]
El cuadro gallego sabía que tenía que salir al máximo desde el primer segundo. Un parcial clave podía acabar con el duelo si el Real Madrid quería. Sin embargo, el planteamiento gallego fue perfecto. Scrubb y Hobbs castigaban y el equipo merengue daba relevancia en ataque a Yabusele, que tiraba de físico para sacar provecho. El marcador era para el Obra, que defendía un 6-9 muy optimista.
Sin embargo, la que parecía primera rotura del partido no tardó en llegar. Heurtel devolvió el dominio al equipo blanco con el 10-9 y el Real Madrid metió un nivel más en el aspecto defensivo. Obradoiro se quedaba sin aire en ataque y se veía obligado a depender de la suerte. No la tuvieron y Causeur, a falta de dos minutos para cerrar la primera manga, abrió el marcador hasta el 17-11. Obradoiro, en bonus, debilitó su defensa y el Real Madrid se llevó el primer cuarto con un buen 20-13.
Las sensaciones no eran espectaculares, pero sí suficientes para estar preparando el terreno para sentenciar el partido. Algo que se repitió durante un segundo cuarto con muy pocos puntos y donde el Real Madrid mantenía el dominio sin grandes celebraciones y con la presión gallega. Ellenson y Birutis fueron dos de los nombres claves para los de Moncho Fernández, que remontaron hasta el 24-22.
El Madrid intentaba romper, pero sin desplegar un gran juego táctico y a la vista de la inteligencia del Obra, parecía imposible. Ni Williams-Goss con su velocidad, ni Rudy con su veteranía ni Poirier bajo el aro. Los de Laso no rompían y el conjunto gallego se mantenía con vida al descanso con un 36-30 muy meritorio.
Llull lo cambia todo
El base del Real Madrid apareció justo a tiempo para hacer cenizas todo el trabajo del Obradoiro. El equipo merengue encontró su primer triple del partido en el tercer cuarto para irse hasta el 40-33. Era un nuevo conato de ruptura que quedó en nada, pues Tavares no terminaba de dominar y Obradoiro, catapultado por Álex Suárez, fue apretando hasta situarse por delante con un 45-46.
El cuadro merengue estaba completamente helado. Sin ideas en ataque y con errores en defensa que desataron el enfado de Pablo Laso. Fue ahí cuando comenzó a emerger el espíritu del capitán Llull, que con una mandarina cerró el tercer cuarto con empate a 51 y cogió carrerilla para ser determinante en el último.
El balear le metió una marcha más al juego. Estableció la atmósfera en la que se siente cómodo y rompió la telaraña de Obradoiro. Llull fue el encargado de que el Real Madrid se alejara de nuevo hasta el 59-53. Y, por ende, de que los de Laso se fueran ahsta el 64-55 que obligaba a Moncho Fernández a parar el duelo. Rudy se sumó al empujón de Llull y ambos fabricaron la victoria merengue. Tras el 66-55 de máxima a cinco para el final, Obradoiro perdió toda opción.
Real Madrid 78-68 Monbus Obradoiro
Real Madrid: Heurtel (4), Causeur (11), Hanga (2), Yabusele (9) y Tavares (5) -cinco inicial-, Williams-Goss (9), Fernández (8), Vukcevic (1), Poirier (13), Llull (12), Abalde (-) y Taylor (4).
Monbus Obradoiro: Hobbs (6), Robertson (11), Scrubb (11) Suárez (6) y Ellenson (20) -quinteto titular-, Okouo (8), Zurbriggen (4), Oliver (-), Beliauskas (-), Birutis (2), Muñoz (-) y Filipovity (-).
Parciales: 20-13 | 16-17 | 15-21 | 27-17
Árbitros: Jordi Aliaga, Javier Torres y Carlos Merino. Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la tercera jornada de la Liga Endesa disputado en el WiZink Center