El Real Madrid consiguió un nuevo triunfo en Liga Endesa con una soberbia actuación ante Baskonia. El equipo de Dusko Ivanovic perdió opciones ya en el segundo cuarto, pero acabó completamente derruido en la tercera manga del partido. El dominio bajo el aro y el acierto en el triple catapultaron a los de Pablo Laso. [Narración y estadísticas: Baskonia 65-83 Real Madrid]
Vitoria nunca es una ciudad sencilla. Y mucho menos si el calendario te ha dejado dos derrotas recientes e inesperadas. Con ello tenía que luchar un Real Madrid acostumbrado a sufrir en el Buesa. Laso sorprendió desde el inicio metiendo a Alberto Abalde de base. Y eso lo aprovechó un Baskonia que se puso con ventaja gracias a un triple de Jason Granger (10-8).
Sin embargo, tras un breve ajuste táctico, el conjunto merengue empezó a recuperar el control del juego para iniciar lo que iba a ser una película de terror para el Baskonia. El Real Madrid volvía a meter miedo en todas las facetas del juego. El primer parcial no tardó en llegar y los de Laso, tras una canasta de Taylor, conseguían ponerse con un 10-14. Ivanovic lo paró en busca de una reacción, pero con dos minutos por delante apenas se apreció cambio alguno. El primer cuarto, con pocos puntos y mucha tensión, acababa con un 10-16 que dejaba buenas sensaciones al Real Madrid.
El escenario, pese a todo, seguía siendo peligroso. Los partidos a pocos puntos no suelen ser del agrado de los madridistas. Y menos con el recuerdo del Unics Kazan tan reciente. Fue entonces cuando los visitantes se dispararon en busca de la ruptura perfecta. Yabusele, clave, impulsó al Madrid con cinco puntos seguidos. Baldwin IV intentaba replicar, pero Rudy Fernández ponía la máxima desde el perímetro con un +10 muy complicado de remediar a corto plazo.
El parcial era ensordecedor para un Dusko que no sabía cómo pararlo. El 10-21 en el marcador y el 3-17 de parcial global hacían mucho daño. Y, mientras tanto, el Real Madrid siempre encontraba soluciones ante los intentos de Baskonia de recortar el luminoso. Poirier se gustaba bajo el aro y, para colmo, el movimiento de balón desbarataba la defensa baskonista. Con el canterano Vukcevic como 'matador', el Real Madrid se marchó al 20-34 con dos jugadas idénticas que le dejaron solo en el triple. El combinado blanco se iba a vestuarios con un 26-39 y mucha superioridad en el parqué.
Sentencia previa
El golpe definitivo y que acabaría con cualquier influencia del factor cancha llegó en el tercer cuarto. El Real Madrid mantuvo absolutamente su plan de partido y Baskonia continuó sin encontrar el necesario acierto desde el exterior. Sedekerskis intentaba tirar del carro local, pero la fuerza de Tavares era superior y el Madrid se catapultaba hasta el +17. Si Baskonia intentaba reducirlo con Giedraitis o Fontecchio, el cuadro merengue tiraba de Yabusele y Hanga. Un fondo de armario excesivo que esta vez sí acabó con cualquier esperanza. El Real Madrid se marchaba al último cuarto con 38-63.
Todo estaba hecho. Laso rotó el banquillo y dio nuevos minutos a Juan Núñez. Baskonia intentó maquillar desde el perímetro y tras varios errores irreconocibles de Rudy Fernández. Sin embargo, teniendo en cuenta que hasta Poirier acertaba en el exterior, el Baskonia no tenía carta alguna. Llull con otro triple y Baldwin desde la personal pusieron fin a un partido en el que ni se disputó la última jugada.
Baskonia 65-83 Real Madrid
Baskonia: Granger (5), Baldwin (10), Fontecchio (7), Sedekerskis (11) y Nnoko (7) -cinco inicial-, Costello (2), Marinkovic (-), Giedraitis (6), Enoch (7) y Kurucs (10).
Real Madrid: Abalde (-), Taylor (2), Hanga (12), Yabusele (14), Tavares (12) -cinco inicial-, Causeur (-), Heurtel (6), Llull (6), Núnez (2), Poirier (12), Rudy Fernández (9) y Vukcevic (8).
Parciales: 10-16| 16-23 | 12-24 | 27-20
Árbitros: Antonio Conde, Alberto Sánchez Sixto y Javier Torres. Señalaron falta técnica a los visitantes Taylor (26') y Heurtel (29') y a los locales Ivanovic y Granger (28').
Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Endesa disputado en el Fernando Buesa Arena de Vitoria ante 10.038 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del árbitro Juan López Vicente