El Real Madrid de baloncesto levantó su octavo título de la Minicopa Endesa tras imponerse al Cajasiete Canarias en un final apretado. El equipo de David Sánchez tiró de fondo de banquillo y de rotaciones para ir superando obstáculos. El conjunto canario, comandado por su pívot Lipasi, no encontró ese mismo apoyo en su plantilla suplente. Pese a la igualdad hasta el final, Max Haro rompió el partido a falta de un minuto para amarrar el campeonato (73-66). Felipe Quiñones se llevó el MVP.
El conjunto infantil del Real Madrid llegaba como favorito. Sin embargo, no era nada sencillo lograrlo a la vista del plantel rival. Lipasi estaba poniendo los puntos y la altura en la pintura canaria. Falcón le ponía la velocidad necesaria a su juego. Y el miedo escénico de jugar una final en un Pabellón Municipal de Granada repleto de aficionados podía hacer el resto.
Ese ambiente justificó el mal inicio de los dos equipos. Fallones, con ataques muy rápidos y defensas intensas. Era lo normal y lo esperado. Sería Marcos Zurita quien abriera el marcador con un buen contraataque armado por el Real Madrid. El Cajasiete Canarias no se descolgó y con Lipasi se mantuvo en el partido. Pese a ello, la primera rotura no tardó en llegar con un 17-6 que impuso el propio Zurita con un triple.
Solo el último minuto ensució el primer cuarto de un Real Madrid impecable. Falcón le dio ese ritmo extra necesario y el cuadro canario ajustó el partido hasta el 19-16 con un gran parcial. La final seguía muy viva y en el aire.
Ese mismo ritmo se mantuvo durante el segundo cuarto. Quiñones, aparentemente la estrella del filial del Real Madrid, no estaba entrando en ritmo. Y mientras tanto, Lipasi ya lucía con 11 puntos. Él fue quien le dio la vuelta al duelo con un 21-23, pero una jugada con step-back del mismo Quiñones recondujo el encuentro. El puertorriqueño despertaría y alcanzaría los 23 puntos. Max Haro hizo el resto y tanto él como Manu García lograron darle al Real Madrid esa mínima ventaja del descanso (35-31).
Un parcial clave
La intensidad se redujo ligeramente tras el paso por vestuarios. Especialmente por la defensa impuesta por el cuadro canario, que consiguió bajar el ritmo y también la anotación. Lipasi fue el gran culpable, pues su dominio de la pintura echó en más de una ocasión a los penetradores del Real Madrid. Junto a los puntos de jugadores como Pascua, consiguieron apretar al máximo con el 48-46. Todo se tenía que decidir en los diez minutos finales.
Y ahí el filial, como el primer equipo, dio un paso al frente. Pese a comenzar con cierto miedo tras un triple de Falcón (51-53), el Real Madrid se rehizo para impulsar el parcial más importante de la mañana. Max a media distancia se marcaba un canastón para igualar, Manu compaginó los contraataques con los triples para el 58-54. Y Quiñones, con un 2+1 en el momento de mayor debilidad canaria, catapultó al Madrid hasta el 61-54.
Poco tiempo había para la reacción. Menos todavía si Max no perdonaba en el perímetro (67-60). Cajasiete Canarias lo intentó hasta el final, pero el golpe fue definitivo y el Real Madrid se adueñó de su octava Minicopa Endesa en la edición de 2022.