El Real Madrid volvió a las andadas hasta en uno de sus mejores días. Otro partido más que los de Pablo Laso terminan regalando tras un último cuarto para olvidar. El conjunto blanco coqueteó con un récord de triples histórico, pero tras un sonrojante parcial de 13-38 en el acto decisivo, terminó cayendo en su último partido de la fase regular de la Euroliga. [Real Madrid 88-97 Bayern de Múnich: narración y estadísticas].

Un partido en el que el Bayern de Múnich no se jugaba nada y en el que el Real Madrid tenía que elegir con qué rival se jugaría los playoffs de la Euroliga. De ganar, sería contra el Monaco al quedar segundos, pero la derrota de los blancos les deja ahora al borde de un duelo mucho más complicado, aunque con factor cancha eso sí. O Maccabi o Efes serán su próximo oponente en competición europea tras finalizar cuartos. El gran partido de Jaramaz y el final estelar de Deshaun Thomas pudieron con la brillantez de los tres primeros cuartos que lideraron Llull, Causeur y Yabusele

Pablo Laso partió de inicio sin un base definido en su quinteto titular. Alberto Abalde fue el encargado de tomar la responsabilidad en la toma de decisiones, bien secundado por Fabien Causeur. En el exterior, Deck y Yabusele abrían espacios para la presencia en la pintura de Edy Tavares. Los blancos arrancaron el partido con brillo desde el juego exterior con sendos lanzamientos anotados por Deck y Causeur. La apuesta del técnico vitoriano, aunque arriesgada, estaba siendo muy efectiva y dos triples más caían en el marcador abriendo un pequeño hueco de 12-5 a mediados del primer parcial.

A pesar de la buena salida, los blancos se atascaron en su juego ofensivo y permitieron el crecimiento de un Bayern que ya no se jugaba nada. Así llegó un parcial de 3-7 que igualó el marcador. Laso cambió completamente su sistema y pasó de jugar sin bases a utilizar una doble rotación con la salida de Sergio Llull y Nigel Williams-Goss. También salió Poirier para añadir frescura a la pintura ante el desacierto de Tavares.

La presencia también de Jeff Taylor dotó al equipo de más fuerza e intensidad, tanto en ataque como en defensa, y el Real Madrid recuperó parte del vigor perdido para abrir rentas favorables en el marcador. La anotación se centró más en el juego interior después del festival inicial en el triple. Los locales se llevaron el primer cuarto por 24-17.

El cuadro alemán sufrió una desconexión total en el inicio del segundo cuarto fruto de una debilidad defensiva alarmante que el Real Madrid no tardó en aprovechar. Caras nuevas como Rudy Fernández y Anthony Randolph pasaron a ser referencia en el juego ofensivo, volviendo a encontrar situaciones favorables desde el perímetro. El partido del Real Madrid, más que bueno, estaba siendo serio. Sabiendo lidiar con la enorme responsabilidad de lo que estaba en juego. A solo cinco minutos del descanso, con un triple de Rudy tras salir de los bloqueos, los blancos consiguieron llevar la diferencia de nuevo cerca de la decena después de un momento de brillantez puntual del equipo de Andrea Trincheri.

La nula defensa que hizo el Bayern durante la primera parte de la zona exterior propició que el Real Madrid viviera uno de sus mejores días desde el triple en el 2022. Deck y Hanga se levantaron con éxito para llevar la diferencia hasta los 15 puntos en una primera parte que estaba siendo casi perfecta de los blancos. En los alemanes, solo Sisko y Hunter habían conseguido sumar en ataque y generar un cierto desequilibrio en la defensa de los de Laso. Sin embargo, era insuficiente para crear problemas a los blancos que cerraron la primera parte con tranquilidad y la amplia renta que les daba el 52-34.

Con el regreso del juego, Laso optó de nuevo por el quinteto que había arrancado el choque. Sin embargo, el plan de juego cambió por completo. Perdió protagonismo el tiro exterior y se acentuaron las combinaciones interiores con Edy Tavares. El pívot ahora sí empezaba a crear estragos en la pintura y la ventaja se acercaba a los 20 puntos de manera peligrosa. La buena salida tras el descanso trajo consigo una mínima relajación en los locales, lo que el Bayern aprovechó para ganar algo de fluidez ofensiva. Aun así, la victoria no corría peligro a cinco minutos del último cuarto (61-46). O eso parecía.

El Real Madrid bajó el pie del acelerador en la recta final del tercer cuarto. Laso redujo su movimiento de banquillo guardándose armas para el final y el Bayern lo aprovechó para cerrar la brecha. Sin embargo, la renta no cayó de los diez puntos, por lo que la situación parecía controlada. Eso sí, el nivel defensivo del Madrid fue excesivamente bajo. Sin Tavares en la pintura, la lucha por el rebote caía del lado alemán ya que Poirier no estaba siendo capaz de marcar la diferencia. Tampoco lo hacía Hanga, que tras dos malas defensas dejaba su sitio a Jeff Taylor.

En ataque, Llull rememoraba viejos tiempos situándose como base de un quinteto un tanto peculiar con hasta tres aleros y con Gaby Deck como amenaza exterior. El Bayern estaba entonado en ataque, pero no en defensa y eso lo aprovechó el de Mahón para convertirse en el líder ofensivo con 10 puntos y varios triples casi consecutivos. Al final del tercer cuarto, Real Madrid 75-59 Bayern de Múnich.

Sergio Llull sube un balón en ataque en un partido de Euroliga ante el Bayern de Múnich EFE

El hundimiento del Madrid

Cuando todo parecía tranquilo y decidido, llegó la temida pájara del Real Madrid que tanto está sobrevolando el Wizink Center en este 2022. Un parcial de 0-9 provocó que los de Trincheri redujeran la desventaja por debajo de la decena, dibujando un panorama completamente nuevo. Jaramaz se unió a Sisko y Hunter como el hombre más activo del ataque para acrecentar los miedos madridistas.

Mientras tanto, Laso pedía a sus hombres mayor amplitud en el juego para poder encontrar cortes interiores que trajeran consigo canastas fáciles. A pesar de la remontada, las sensaciones defensivas de los alemanes seguían sin ser de solidez. Todo apuntaba a que el choque se iba a definir en un intercambio de golpes total. Lo positivo es que el Madrid sí tenía el acierto que tanto había añorado. Deshaun Thomas, con un triple frontal, dejaba el 80-76 a falta de solo cinco minutos y encendía las alarmas. Todo estaba siendo impulsado por la gran dirección de juego de Andreas Obst.

El mal final del partido del Real Madrid tuvo su punto álgido a falta de tres minutos para el final. Otro triple de Deshaun Thomas por encima de Yabusele consumaba la remontada del Bayern, que se ponía por delante en el marcador por primera vez. La desconexión era total por parte de los de Laso, que veían como el quinteto liderado por Jaramaz había dado la vuelta al partido después de anotar solo siete puntos en los siete minutos iniciales del acto final.

Un palmeo de Tavares tras una bandeja fallida de Causeur daba algo de esperanzas a los blancos, pero el final del partido, repleto de pérdidas y malos ataques, fue un vía crucis que terminó condenando a un equipo que por momentos había brillado con luz propia. Sin embargo, se terminó hundiendo en el final más oscuro posible. El Madrid finaliza la fase regular de la Euroliga en cuarta posición y tendrá un choque de infarto en playoffs. 

Real Madrid 88-97 Bayern de Múnich

Real Madrid: Causeur (12), Abalde (6), Deck (12), Tavares (8) y Yabusele (12) -cinco inicial-, Williams-Goss (3), Rudy Fernández (3), Hanga (6), Randolph (4), Llull (12), Poirier (2) y Taylor (8).

Bayern Múnich: Lucic (7), George, Rubit (5), Sisko (13) y Radosevic (8)-cinco inicial-, Hunter (11), Jaramaz (19), Hilliard (4), Thomas (16), Obst (9) y Zipser (5).

Parciales: 24-17 | 28-17 | 23-25 | 13-38



Árbitros: Sreten Radovic (CRO), Ilija Belosevic (SRB) y Rain Peerandi (EST). Sin eliminados.



Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima cuarta jornada de la fase regular de la Euroliga disputado en el Palacio de Deportes (WiZink Center) de Madrid ante unos 6.500 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Luis Martínez Laforgue, exvicepresidente del club, y de Javier Imbroda, exentrenador, recientemente fallecidos.