El Barcelona se llevó una dura victoria ante el Real Madrid en El Clásico de la Liga Endesa. El equipo de Sarunas Jasikevicius llegó a tener el partido perdido, pero una polémica falta pitada a menos de un segundo para el final les permitió forzar la prórroga. En el tiempo extra, Hayes fue determinante para los culés. [Narración y estadísticas: FC Barcelona 108-97 Real Madrid]
El Clásico bien podía ser uno de los más complicados del Real Madrid desde que Pablo Laso llegara al banquillo. Y no solo por los resultados deportivos de los últimos días, sino por la reciente expulsión por indisciplina de Heurtel y Thompkins. Laso tenía que controlar el ambiente, la crispación del público local y la rotación de un equipo con el puesto de base muy limitado.
El técnico vitoriano lo logró hacer. Tras un inicio catastrófico, logró contener la ofensiva culé en el segundo cuarto. El Real Madrid se rehizo tras sufrir en el tercero y, a diez para el final, llegó a rozar una victoria que hubiera sido heroica. Sin embargo, la expulsión de Abalde tras una pugna con Mirotic -también suspendido- y una polémica decisión arbitral pitando una falta de Poirier permitió alargar el duelo hasta la prórroga. Allí, los de Laso no pudieron plantar cara con una plantilla limitada.
Mala salida al Palau
El inicio de partido era clave para ver el estado del Real Madrid. Y la primera impresión no fue la mejor. El equipo de Pablo Laso buscó el previsible ataque a la pintura con la superioridad de Tavares. El gigante caboverdiano sacó petróleo al principio, pero el Barça supo responder con Mirotic. La intensidad era notable, pero en cuanto al cuadro blanco le empezaron a fallar las defensas se produjo el primer desnivel del encuentro.
Laprovittola fue una de las claves del Barça en esa rotura del primer cuarto. El argentino desde el exterior y Smits en el poste catapultaron a los de Jasikevicius hasta el 13-6. El Madrid empezaba a dejarse llevar por el ambiente y la falta de un jugador de referencia en el parqué empezaba a pasar factura. Una antideportiva a Abalde, un mate para enmarcar de Exum en la cara de Poirier y un triple culé rematarían al eterno rival.
Laso no tuvo más remedio que parar el juego con tiempo muerto. El luminoso ya reflejaba un alarmante 20-8 y una notable superioridad en cuanto a sensaciones. Pero ese parón surtió efecto en el Real Madrid, que sin sentirse nunca cómodo, consiguió remontar y ajustar algo el marcador. Gabriel Deck, con su agresividad de cara al aro, sería quien detonara la reacción blanca.
El Barça no fallaba y cuando lo hacía contaba con el salvavidas de Kuric. El resultado era de 24-16 y cierto alivio en el Real Madrid por haber frenado el primer gran golpe de la tarde. Un triple abierto de Causeur en la contra y una mandarina de un Alberto Abalde ejerciendo de base servirían para maquillar el marcador y generar confianza de cara al segundo cuarto (27-23).
Los segundos diez minutos fueron muy diferentes. Al menos por algún momento cuando el Real Madrid optó por reforzar su defensa y bajar sus aspiraciones ofensivas. Una estrategia que en la Copa dio resultado, pero que no consiguieron controlar por los arreones de un Laprovittola en modo MVP.
Llull puso el 33-28 al poco de reanudarse el juego. Y el Real Madrid consiguió saborear lo que era adelantarse después de mucho tiempo con un 33-34. El parcial que alarmaba a Jasikevicius ascendía al 6-17 y se producía gracias a un aumento de la importancia física en el desarrollo del encuentro.
El alero Hanga, buen conocedor de la dinámica culé, sumó su experiencia defensiva para mantener a los merengues por delante. Solo Laprovittola conseguiría plantar cara hasta lanzar a los suyos al 45-42. Ahí el Real Madrid bajó el ritmo y se bloqueó en ataque. Un combo que para el Barça supuso irse al 48-42. Pese a la resistencia madridista, un triplazo de Laprovittola sobre el tiempo puso el 51-46 al descanso.
Bajón tras el descanso
El conjunto merengue revivió sus momentos más duros en la salida de vestuarios. Desconectados, sin intensidad, sin acierto. No había ideas. Y, de nuevo, el miedo a desaparecer inundaba un Palau Blaugrana que se crecía con el paso de los minutos. El conjunto blanco sufrió hasta el punto de quedarse con un 59-48 en tres minutos. Faltaban rebotes, triples y defensa para frenar a Nikola Mirotic.
Solo Deck intentaba dar un paso al frente para comandar al Real Madrid, pero no era ni mucho menos suficiente. Tampoco con los latigazos de Yabusele, que intentaba retrasar lo que era un hecho. El Barça se marchó a los diez de ventaja y el conjunto de Laso tuvo que conformarse con irse a los diez minutos finales con malas sensaciones y un 71-65 resumido en una montaña rusa de rachas.
Lucha hasta el final
El conjunto merengue despertó y mostró su mejor versión en los últimos diez minutos. Adam Hanga fue determinante. El húngaro lideró la defensa madridista y metió la presión necesaria. Llull y sus triples pondrían los puntos. El Real Madrid, a ocho para el final, se colocaba con un 73-72 que pintaba un partido muy diferente.
El equipo de Pablo Laso era otro. El que estaba desconectado era el Barça. Y Hanga, que también aportaba en ataque, aumentó la herida culé con un triple para el 76-78. Deck reafirmaba esa superioridad momentánea con el 78-81. Pero todo cambiaría a poco para el final por una tangana entre Mirotic y Abalde. El hispano-montenegrino empujó al alero del Real Madrid. Ambos se encararon en unos segundos de máxima tensión. Tras cinco minutos de revisión de cámaras y con el ritmo de partido completamente desvirtuado, los colegiados no sorprendieron y expulsaron a ambos.
Ese parón perjudicó a un Real Madrid que era quien llevaba la voz cantante. El Barça se volvió a meter de lleno en el partido y el Palau, hasta entonces silenciado, volvió a despertar. Todo se iba a decidir en la última jugada.
La polémica prórroga
El partido parecía cerrado. El Real Madrid se había llevado el rebote y el Barça, con 0,8 segundos, tenía muy poco que hacer. Sin embargo, los colegiados señalaron una dudosa falta sobre Poirier en la lucha por el rebote que le dio a Sanli la oportunidad de llevarse la victoria. Solo metió un tiro libre y Llull, en la jugada definitiva, rozó el triple heroico. La prórroga, sin embargo, era imposible de remediar.
En el tiempo extra fue el Barça el dominador. Hayes anotó cinco puntos seguidos y Sanli, fallón en los libres, se entonó hasta en el triple. El Madrid no encontraba su ritmo y era Deck quien tiraba de coraje para apretar hasta el 100-97. Pero la intensidad era difícil de controlar. Y más con ambos equipos en bonus. El Barça supo defender esa mínima ventaja y los de Pablo Laso, pese a dejar una gran sensación e irse enfadados por el arbitraje, confirmaron que el equipo aún tiene mucho que decir esta temporada.
Barça 108-97 Real Madrid
Barça: Calathes (3), Laprovittola (20), Exum (16), Mirotic (14), Smits (18) -equipo inicial-, Sanli (10), Sergi Martínez (-), Hayes-Davis (16), Abrines (-), Kuric (6), Jokubaitis (5) y Nnaji (-).
Real Madrid: Abalde (7), Taylor (4), Deck (17), Yabusele (13), Tavares (14) -equipo inicial-, Causeur (3), Randolph (4), Hanga (11), Poirier (14) y Llull (10).
Parciales: 27-23 | 24-23 | 20-19 | 18-24 | 19-8
Árbitros: Antonio Conde, Martín Caballero y Juan de Dios Oyón. Expulsaron por falta técnica y antideportiva al local Mirotic y al visitante Abalde (min.35). Eliminaron por cinco faltas al local Calathes y a los visitantes Poirier y Deck.
Incidencias: Encuentro de la vigesimoctava jornada de la Liga Endesa disputado en el Palau Blaugrana de Barcelona ante 7.038 espectadores. Antes del pitido inicial, las jugadoras del Barça CBS ofrecieron a la afición el título de campeonas de la Liga Femenina Challenge