Buenas noticias para el Real Madrid y en especial para el equipo de baloncesto. Su entrenador, Pablo Laso, que dio el gran susto de la jornada este pasado domingo, ya ha recibido el alta y ha abandonado el hospital después de haber sufrido un problema cardíaco.

El propio técnico ha anunciado esta noticia a través de sus redes sociales con un breve mensaje. El vitoriano incluso ha adjuntado una foto donde se le puede ver conduciendo, evidenciando que su estado de salud es realmente positivo a pesar del importante percance sufrido en los últimos días. 

El entrenador del conjunto blanco ha informado de que ya se encuentra descansando en su domicilio depués de haber pasado unos días ingresado en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. Allí fue ingresado en la noche del sábado al domingo para terminar siendo internado en la UCI donde se le sometió a un cateterismo. Horas después fue trasladado a planta y ante su pronta mejoría, el equipo médico encargado de supervisar su situación ha decidido darle el alta. 

"Ya estoy en casa y me encuentro perfectamente. He tenido suerte que la vida me ha dado un aviso. Como me dijo el doctor ayer, estoy mejor que hace cinco días. Con fuerza y ganas de volver cuanto antes. Gracias a todos por vuestros mensajes. Gracias a todo el equipo médico del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja". 

Estas han sido las primeras palabras de Pablo Laso tras haber pasado unos días ingresado por ese problema de corazón que tanta alerta había causado en el entorno del Real Madrid de baloncesto. El entrenador vasco había dirigido al equipo en la segunda victoria del conjunto blanco sobre Bitci Baskonia correspondiente a las semifinales de los playoffs de la Liga Endesa. 

Esa misma noche, acudió por sus propios medios al hospital tras sentirse algo indispuesto. Rápidamente se le detectó un problema de corazón, al parecer relacionado con la obstrucción de una arteria. Por ello, los galenos le practicaron un cateterismo para intentar estabilizar y mejorar su situación. No obstante, el Real Madrid ha informado en todo momento que lo sufrido por el técnico había sido un infarto de miocardio.

La recuperación de Laso

En cualquier caso, un susto muy considerable y que obligará al técnico a tener un control absoluto de su situación y a mejorar ciertos hábitos de su vida para tener conductas más saludables, sobre todo relacionadas con la alimentación y el ejercicio físico. El entrenador vitoriano lleva varios años sometido a mucha presión debido a la enorme exigencia que supone tener que llevar las riendas del equipo más importante de Europa. 

Ahora, tras este susto, Pablo deberá enfocar su vida personal y deportiva con una cierta tranquilidad. Por el momento, se mantendrá alejado del equipo, aunque no se descarta una pronta reintegración al trabajo con sus jugadores, ya sea en entrenamientos o incluso en algún partido antes de que concluya la temporada. 

Lo que es seguro es que no se sentará en el banquillo del Real Madrid en lo que resta de eliminatoria de semifinales de los playoffs contra Bitci Baskonia. Será su segundo, Chus Mateo, quien se haga cargo del equipo. El técnico, que ya tomó las riendas del conjunto blanco durante la ausencia de Laso esta temporada tras dar positivo por Covid-19, le dedicaba estas palabras hace unas horas en rueda de prensa: "Las noticias son muy optimistas y estamos realmente contestos por ello, porque parece que puede quedarse solo en un susto".

"Ahora se trata de seguir adelante con el trabajo que hemos hecho durante el año. Queremos afrontar con todas las garantías el partido de mañana, sabiendo que todas las noticias sobre Pablo son positivas. Pasamos mucho tiempo juntos. Somos todos muy amigos y afecta emocionalmente". 

El Real Madrid ha recibido la mejor noticia posible de cara a ese partido contra Baskonia. Su entrenador ha superado aparentemente este gran susto y ya se encuentra en una situación favorable y descansando en su residencia, desde donde podrá seguir el desempeño de sus hombres. La motivación por dedicarle el triunfo y el pase a la final será muy alta, pero la preocupación y la tensión mucho menores porque la mayor victoria ya se ha conseguido.

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