Hace mucho tiempo que la Euroliga se convirtió en la mejor competición de baloncesto del Viejo Continente. Para muchos, su desarrollo es incluso más atractivo que el de la Regular Season de la NBA, la mejor liga del planeta. Ahora, esta competencia que reúne temporada tras temporada a los mejores equipos de Europa se ha convertido en una inspiración para otros deportes como sucede con el fútbol y la famosa Superliga.
La Euroliga vive en este curso 2022/2023 la mejor temporada de sus más de dos décadas de historia. Hasta cinco equipos empatan en el liderato justo por delante de una encarnizada pelea por entrar en los playoffs. Jamás se había mostrado como una competición tan disputada, tan vibrante y tan luchada. Ahora mismo, es el ejemplo perfecto de emoción y de sorpresas constantes que todo aficionado idealiza y es que en cada jornada, cualquiera puede ganar a cualquiera.
Ya no importan los nombres. Tampoco tiene tanta importancia acudir a territorios históricamente hostiles como podían ser la Sala Pionir de Belgrado, el OAKA de Atenas o la Mano de Elías de Tel Aviv. Pabellones en los que cualquier equipo, por poderoso que fuera, jugaba condicionado y casi en desventaja por lo que apretaban las hinchadas locales. Ahora, en esta Euroliga en la que reina la igualdad, cualquier cosa puede pasar.
La máxima competición continental ha disputado ya sus primeras 17 jornadas. Es decir, se encuentra en el ecuador de la fase regular. Y al frente se sitúan cinco equipos con claro dominio español. Real Madrid, Barcelona y Baskonia son ahora mismo la punta de lanza del baloncesto europeo. Un motivo de orgullo para un país que tiene a tres de sus representantes al frente de la mejor Euroliga de todos los tiempos.
Pelea por el liderato
Era imposible imaginar hace unos meses, cuando arrancó la temporada, que la Euroliga de baloncesto iba a llegar hasta su ecuador con tal estado de ebullición. Ni en los mejores sueños de los grandes cineastas de Hollywood se podría haber creado un escenario tan maravillosamente emocionante, repleto de acción y con tan sonadas campanadas ahora que todavía están frescas las de la reciente Nochevieja.
Sin ir más lejos, en la última jornada disputada hasta el momento, la 17, la que marcaba el ecuador de la fase regular, han caído derrotados los tres equipos que hasta ahora comandaban la tabla. Y lo han hecho ante rivales que ni siquiera están en puestos de playoffs para añadir más espectacularidad a la paradoja.
El intratable Baskonia de Joan Peñarroya perdía en casa de Alba Berlín, último clasificado y que solo suma cinco triunfos incluido este último. El Barça caía en el Palau ante la Virtus de Bolonia de Sergio Scariolo, situada en el puesto 12. Y por último, el sorprendente Monaco cedía también ante el Partizan de Belgrado de Zelko Obradovic, otro equipo que pelea por entrar entre los ocho mejores y que de momento es undécimo.
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Ya hubiera sido poético cerrar así la primera vuelta. Sin embargo, las victorias del Real Madrid frente a Maccabi y de Olympiacos ante Armani Milan han provocado que ahora mismo, cinco equipos empaten al frente de la tabla con 11 triunfos y 6 derrotas. Tras su victoria en casa, Chus Mateo, entrenador del conjunto blanco, decía lo siguiente sobre el baloncesto visto en estas primeras 17 fechas.
"Hay un nivel tremendo en esta Euroliga. Hay cinco equipos empatados en la primera posición y cuesta mucho ganar fuera de casa, pero también en casa. Debemos darle importancia a cada victoria". Olympiacos, Barça, Baskonia, Monaco y Madrid lo saben y por eso se preparan ya para una titánica batalla de cara a la segunda vuelta.
Existe un dato más que explica con detalle lo impredecible, y a la par maravilloso, de esta Euroliga. El Real Madrid terminó la fase regular del año 2017 como el primer clasificado de la tabla. Tras la disputa de las 34 jornadas acumuló un total de 7 derrotas. Un año después, el líder fue el CSKA, equipo ahora fuera por el veto a Rusia, y solo cedió en 6 encuentros. Fenerbahçe se mostró intratable en 2019 y comandó la tabla cayendo solo en 5 partidos. Y por último, el Barça acabó como primero tanto en 2021 como en 2022 y lo hizo con 10 y 7 derrotas respectivamente.
Ahora, los cinco equipos que comandan la clasificación ya suman 6 derrotas y eso que solo se han disputado el 50% de los partidos. Una comparación que resume a la perfección la feroz igualdad que reina ahora mismo en uno de los productos deportivos, y televisivos, más potentes que existen. Una condición que asegura el éxito sin fallo.
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Una pelea global
Lo bonito de esta Euroliga, lógicamente aún por decidir a falta de otras 17 jornadas, es que no solo existe batalla por el liderato. El hecho de que cualquiera pueda ganar a cualquiera, no hay mejor ejemplo que ese triunfo del colista, Alba Berlín, sobre uno de los líderes, Baskonia, ha provocado que la paridad se multiplique para todas y cada una de las posiciones.
Si en el liderato hay una batalla entre cinco equipos empatados, significa que uno de ellos ahora mismo no tendría factor cancha para unos hipotéticos playoffs a pesar de tener el mismo balance que el líder. Una auténtica barbaridad que provoca emoción solo de imaginarlo.
No obstante, estos cinco equipos no pueden correr el riesgo de pensar que están solos. Un partido por detrás de todos ellos se encuentra el Fenerbahçe de Itoudis. El equipo turco hace unas semanas era líder sólido de la competición y ahora ya es sexto con un récord de 10-7 tras perder seis de sus últimos siete encuentros en Europa. Algo similar le sucedió a Olympiacos, equipo que arrancó intratable, se desinfló y que ahora ha vuelto a coger impulso para ponerse como primero de nuevo.
Por debajo del cuadro otomano se sitúan Anadolu Efes, Zalgiris, Maccabi Tel Aviv y Estrella Roja con 9-8. Sus partidos son una moneda al aire. Pueden ganar o perder casi con la misma probabilidad mirando hacia su histórico. Y ahora mismo están en la encrucijada de estar a dos partidos de ser líderes, pero a uno de quedarse fuera de playoffs. Un auténtico disparate.
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La última de las verdades irrefutables que marca lo histórico de esta edición de la Euroliga es la enorme cantidad de magnánimos proyectos, económicos y baloncestísticos, que han tenido una primera vuelta irregular hasta avanzar rumbo al fracaso. Es el caso, por ejemplo, de Olimpia Milan. El equipo de Ettore Messina, con uno de los presupuestos más grandes de la competición, solo ha ganado 6 partidos y es decimoquinto. No obstante, también puede ver el vaso medio lleno y pensar que está a solo tres partidos de los playoffs.
En una situación parecida, aunque algo más favorable, se encuentran dos de los mejores entrenadores de la historia del baloncesto europeo. Sergio Scariolo y su Virtus y Obradovic y su Partizan están fuera de los ocho mejores, pero a un solo paso de oler playoffs. Esta vibrante Euroliga no te garantiza nada ni aun siendo una potencia económica ni aun teniendo a una leyenda en los banquillos.