Los Dallas Mavericks de Luka Doncic han consumado su tragedia tras perder 112-115 ante los Chicago Bulls en el penúltimo partido de la temporada y despedirse de los play-in y, por ende, de los play-off de la NBA. Un resultado que es un auténtico fracaso para una plantilla que se ha reforzado de manera galáctica tras haber llegado el pasado curso hasta las finales de conferencia.
Las cuentas de Dallas eran hasta esta madrugada muy claras. Tan sencillas de hacer como complicadas de ejecutar. Necesitaba ganar todo lo que le queda y que Oklahoma City Thunder no lo hiciera. Solo así encontrarían la última plaza del play-in, la ronda previa eliminatoria a los playoffs. Pero los Mavs tiraron la toalla: no jugaron Kyrie Irving, Maxi Klebber, Wood, Tim Hardaway Jr. ni Josh Green. Doncic solo participó en el primer cuarto.
Una situación dantesca para un equipo que ha vivido varios meses entre los mejores de la Conferencia Oeste y que hace unas semanas se frotaba las manos con su futuro tras juntar en pista a Irving y aDoncic. Sin embargo, la unión de las dos estrellas ha sido la puntilla de una plantilla que en ningún momento ha dado muestras de solidez y que ha sobrevivido al temporal gracias a las exhibiciones del esloveno en modo 'MVP'.
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Sin embargo, los resultados dejaron de llegar, las críticas empezaron a aparecer y el ambiente alrededor de los 'Mavs' se volvió más turbio lo que muchos podían imaginar. Tanto es así que ahora mismo incluso ha estallado una guerra civil en un vestuario que no entiende las decisiones de su entrenador, el mítico Jason Kidd, y que va camino de empujar a Doncic a tomar la decisión más difícil de su carrera: salir de Dallas Mavericks para poder crear un legado a la altura de su calidad.
Dallas cae al vacío
Quién le iba a decir a Dallas Mavericks en febrero, cuando eran cuartos de la Conferencia Oeste, que a principios de abril se iban a encontrar en esta situación tan crítica. En la recta final de la Regular Season, los 'Mavs' son undécimos y están fuera de toda opción de clasificarse para los playoffs de la NBA.
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La única vía que tenían abierta hasta este viernes los texanos era colarse en el 'nuevo' play-in, una especie de fase previa que todavía no ha calado hondo en los aficionados. Esa ronda la disputan el séptimo, el octavo, el noveno y el décimo de cada conferencia. Los dos primeros se enfrentan entre sí y el ganador queda como séptimo clasificado. Después, noveno y décimo se miden por su cuenta. El perdedor de ese duelo se marcha a casa mientras que el ganador se enfrenta al perdedor de la primera eliminatoria para decidir cuál es el último equipo que entra en playoffs.
Esas plazas corresponderían ahora mismo a unos renacidos Lakers, a Pelicans , a Minnesota Timberwolves y a Oklahoma City Thunder. Es precisamente 'OKC' con quien Dallas se jugaba la última plaza de acceso al play-in.
La temporada de Dallas es un fracaso. Un equipo que venía de jugar finales de conferencia la temporada pasada y que se había puesto como objetivo al menos repetir ronda, ha acabado jugándose la vida -y perdiéndola- por la última porción de un pastel que este año se les ha quedado grande.
La caída de los 'Mavs' ha sido espeluznante, ya que terminarán la temporada con récord negativo después de haber perdido en ocho de sus últimas diez apariciones. Su mayor cruz ha estado fuera de casa, donde acumulan un balance de 15-26. Un final de temporada inesperado, sobre todo después de la llegada de Kyrie Irving, la estrella que parecía ser la clave que daría ese salto de calidad que le faltaba a Dallas. Sin embargo, su llegada no ha resuelto los problemas que había y ha acrecentado el juego individualista que ha permitido un Jason Kidd desbordado.
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Ni las últimas exhibiciones de Doncic, quien va a terminar la temporada rozando el triple-doble con 32.7 puntos, 8.1 asistencias y 8.7 rebotes por partido, han servido para reconducir el rumbo de un equipo que se ha ahogado en sus problemas defensivos y en las malas decisiones de un entrenador de carácter inmovilista. Kidd ha puesto su plan y su libreto por encima de todo hasta que los texanos se han estrellado contra la realidad. Un plan que muchas veces dependía del talento individual de sus estrellas.
La situación ha terminado en conflicto dentro del vestuario, ya que el técnico ha perdido su autoridad y va a concluir la temporada enfrentado a buena parte de la plantilla. Un panorama nada alentador para jugarse las últimas opciones que tenían de colarse entre los 16 mejores equipos de la NBA, los cuales tienen acceso a luchar por el ansiado título. Esa corona queda ahora mismo muy lejos de un Luka Doncic que empieza a darle vueltas al asunto de su futuro.
La decisión que persigue a Doncic
Nadie, o casi nadie, duda ya que Luka Doncic es uno de los mejores jugadores de baloncesto del mundo y de la NBA. Un líder nato destinado a hacer historia en la liga más importante del mundo. Sin embargo, su situación actual es muy complicada. Vinculado a una franquicia como Dallas desde su llegada a Estados Unidos, su historia estaba obligada a seguir los pasos de la de Dirk Nowitzki.
El joven y rubio europeo que llega para hacerse un hueco entre los jugadores más fuertes y altos del mundo y que termina dominando la NBA hasta llevar a los 'Mavs' a un anillo. Doncic, por progresión, será mejor jugador que el alemán. Sin embargo, el esloveno tiene ahora mismo muy complicado llevar a Dallas hasta el título. De hecho, las finales de conferencia del 2022, sin Irving en plantilla lógicamente, ya fueron un premio inesperado.
Por eso, ante el fracaso fracaso, uno más de estos Mavericks de quiero y no puedo, muchos empiezan a señalar el camino de Luka Doncic. Dallas plantea un verano de revolución en el que incluso Kyrie Irving parece que va a salir. El base está buscando un proyecto que le pueda asegurar un anillo más y este podría estar en el reencuentro con LeBron James en Los Ángeles Lakers.
Sin embargo, las miradas más críticas apuntan hacia Luka Doncic, ya que muchos expertos en el mercado señalan que el base esloveno debe abandonar los 'Mavs' con celeridad si no quiere perder más años en una franquicia que nunca cumplirá con sus expectativas. Luka, llamado a ser el mejor jugador europeo de la historia del baloncesto, necesita un equipo que le asegure, año tras año, pelear por el anillo.
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La decisión no sería nada fácil para él, ya que en Dallas tiene un vínculo emocional demasiado fuerte. Sin embargo, deberá poner pronto en la balanza el reto de repetir, paso por paso, el camino de Nowitzki, o intentar llegar a una franquicia que le permita luchar por el mayor número de anillos posibles para así crear un legado a la altura de los Michael Jordan, LeBron James, Kobe Bryant y compañía.
La situación en Dallas se ha puesto realmente complicada en este final de temporada y es que al esloveno le han llegado palos incluso del entorno de la propia franquicia. Tim Hardaway Sr, padre de su compañero Tim Hardaway Jr, ha criticado públicamente la falta de liderazgo de las dos estrellas de Dallas. Una situación que ha llevado al jugador de los 'Mavs' a pedir disculpas públicas y es que los ataques de su progenitor han sido de lo más hirientes.
"Les falta un líder por ahí. Luka no es un líder, Kyrie no es un líder". Así define tanto a Luka como a Kyrie, además de asegurar que el esloveno es un "llorón" por sus continuas quejas y conflictos con los árbitros, uno de sus mayores hándicaps. Se viene un verano de decisiones trascendentales con muchos ojos puestos en un Doncic que termina contrato en el año 2026, pero que podría enfilar la rampa de salida mucho antes para 'salvar' su carrera.