El Real Madrid está completamente desatado en este arranque de la temporada. Si al examen del conjunto blanco hasta el momento hay que ponerle una nota, esta podría ser perfectamente un 11, el mismo número de victorias que ha conseguido en esa cifra de partidos oficiales jugados. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante el Armani Milán]

No sabe lo que es perder todavía el conjunto de Chus Mateo y desde luego que viendo el nivel que dejó en el encuentro ante el Armani Milán no hay demasiados motivos para pensar que los blancos vayan a caer pronto. No todo es coser y cantar, y por eso el Real Madrid tuvo que remontar, pero el resultado final hizo que pareciera una victoria incluso sencilla, y de eso en realidad nunca hay en la Euroliga.

La primera parte del Armani Milán fue brillante, especialmente el primer cuarto. Con Nikola Mirotic a la cabeza, los italianos lograron mandar en el marcador y hacerse con ventajas relativamente cómodas. Eso puso sobre alerta a los blancos, que se dieron cuenta de que iban a tener que pisar el acelerador para no sumar su primera derrota del curso.

Dicho y hecho, porque en el tramo final de la primera mitad la reacción de los locales fue sensacional. La ventaja italiana se fue reduciendo hasta el punto de quedar completamente neutralizada con una acción marca de la casa. En plena remontada, no podía faltar el triple de Llull sobre la bocina y en posición acrobática, una canasta que puso el empate antes de ir a los vestuarios.

En la reanudación la inercia no cambió, el Real Madrid siguió pletórico de confianza y el Armani poco a poco se fue desinflando. El resultado, cerca de veinte puntos de ventaja para los blancos y unos minutos finales llenos de acciones de puro espectáculo. Porque eso es el Real Madrid en este arranque de la temporada, un auténtico show.

La intensidad del Milán

El Real Madrid se vio sorprendido en los primeros compases de juego por el alto voltaje que le metió el conjunto visitante al encuentro. Mirotic y compañía se sintieron muy a gusto en la cancha del WiZink a lo largo del primer cuarto y eso desconectó el juego de los blancos, que se vieron siempre por debajo en el marcador.

No ayudaron tampoco los pecados en la pintura. Walter Tavares acumuló dos personales en menos de cuatro minutos y su reemplazo, el francés Vincent Poirier, no tardó demasiado en juntarse con tres al ver como le pitaban dos en ataque y una técnica por protestar la segunda de ellas.

Los 6 puntos de desventaja al término del primer cuarto (19-25) dejaban claro que los de Chus Mateo iban a tener que sudar, pero también que el partido era largo y que quedaba mucho por delante. Inmediatamente, quien levantó la mano y se erigió como líder fue Sergio Llull. 

Tavares trata de taponar a un rival del Armani Milán. EFE

El de Mahón cuajó una actuación brillante, acompañado como siempre de un Facu Campazzo a un altísimo nivel, y el Real Madrid empezó a funcionar en los últimos minutos de la primera parte. La brecha se fue reduciendo y quedó eliminada con un triple en el último segundo del propio Llull que levantó al público de sus asientos, así que el camino de la remontada ya estaba abierto.

Volvió el bando local del vestuario blandiendo a Tavares, que anotó 6 de los 11 iniciales de los suyos en la segunda mitad. Pero le duró ese as en la manga cinco minutos, tiempo que tardaron en señalarle dos faltas más. Irrumpió por ello de nuevo Poirier, esta vez más calmado y en la gran versión que está ofreciendo durante este arranque de temporada. El Milán, no obstante, corrigió ligeramente el rumbo para encarar el acto decisivo seis por detrás (67-61, min.30).

Ese furor lo apagaron entre Hezonja y sus robos y Llull y sus 8 puntos más. Todo ello, más un 'alley-oop' de Poirier en asociación con Sergio Rodríguez, fue demasiado para un rival que tardó tres minutos y medio en producir algo en ataque. El partido ya estaba muerto para entonces y el resto fueron minutos de diversión para los de Chus Mateo, que consiguieron una victoria muy solvente, la cuarta ya en esta Euroliga.

Real Madrid 88 - 71 Armani Milán

Real Madrid: Campazzo (12), Deck (8), Musa (6), Yabusele (3), Tavares (8) -cinco inicial-, Hezonja (13), Sergio Rodríguez (5), Poirier (9), Llull (19), Rudy Fernández (3), Ndiaye (2).



Armani Milán: Pangos (9), Melli (-), Mirotic (13), Shields (16), Voigtmann (9) -cinco inicial- Poythress (4), Tonut (2), Ricci (-), Flaccadori (5), Hall (9), Kamagate (2) y Hines (2).

Parciales: 19-25, 23-17, 25-19, 21-10.



Árbitros: Sreten Radovic (CRO), Gytis Vilius (LIT) y Saso Petek (MNE). Sin eliminados.



Incidencias: Partido de la cuarta jornada de la Euroliga de baloncesto disputado en el WiZink Center.