Por un momento pensó que podría llegar su primera derrota esta temporada, pero tendrá que esperar al menos unos días más. El Real Madrid sigue invicto en el presente curso, dando rienda suelta a su racha espectacular en la que acumula ya doce victorias de manera consecutiva (una más si contamos la exhibición ante los Dallas Mavericks) repartidas entre la Supercopa de España, la Liga Endesa y la Euroliga. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante el Tenerife]

La trayectoria del equipo de Chus Mateo es, desde luego, insuperable, y parece haber dado con la tecla para haber confeccionado un grupo invencible pase lo que pase. Esta vez el Lenovo Tenerife puso las cosas muy difíciles y además en un momento clave del partido, pero ni por esas el conjunto blanco cede ante ningún rival.

El choque pareció quedar casi visto para sentencia en el primer cuarto, con un Real Madrid que saltó al parqué como una auténtica apisonadora lejos de acusar los esfuerzos de la Euroliga. El parcial de 14-27 fue una tarjeta de presentación perfecta de los blancos, pero quedaba todavía mucho por delante y el Tenerife no se iba a dar por vencido tan fácil ante su público.

Pese a que la diferencia entre ambos conjuntos fue de 13 puntos al descanso, el parcial que firmaron los insulares en el tercer cuarto reavivó todas las opciones. Entraron los de Txus Vidorreta tan sólo 4 puntos abajo a los 10 minutos definitivos, pero ahí el Real Madrid se encargó enseguida de aplacar cualquier opción de remontada y con oficio y serenidad solventó una nueva papeleta.

Un arranque arrollador

Sabía el Real Madrid que si saltaba a la pista un tanto despistado y pensando en que su condición de invicto le llevaría hacia una nueva victoria, se iba a equivocar. Por eso, Chus Mateo se encargó de imprimirle la garra suficiente a su equipo en los primeros compases del encuentro y el plan salió a la perfección.

Entre Musa y Yabusele comenzaron a hacer daño a la defensa insular, mientras que la defensa blanca funcionaba e impedía a su rival anotar con facilidad. El resultado de todo esto fue que la diferencia se disparó hasta los 13 puntos al término del primer cuarto, así que los blancos ya habían dado el primer paso hacia un nuevo triunfo. 

Era el partido número 100 de Chus Mateo al frente del banquillo merengue, así que sus jugadores querían hacerlo de 10 y no bajaron el pie del acelerador en el segundo cuarto. Con Llull y Mario Hezonja en casa, parecía complicado que el Real Madrid no tuviera un bache, pero al descanso la renta seguía siendo de 13 puntos.

Sin embargo, la reacción tinerfeña llegó nada más regresar de los vestuarios. Como si hubiera recibido unas instrucciones mágicas, los locales comenzaron a volar sobre la pista y la amplia renta que tenía el Real Madrid se vio reducida paulatinamente. Tanto se redujo, que a falta de 12 minutos para el final del partido el Lenovo Tenerife llegó a ponerse por delante en el marcador (58-57).

El último parcial fue, sin embargo, definitivo. Sergio Rodríguez se cargó al equipo a sus espaldas, asumió responsabilidades y guió al Real Madrid hacia una nueva victoria, confirmando así que ahora mismo los blancos son un equipo imbatible.