El Real Madrid desdibujó por completo al Partizán (91-75). No dio opción alguna a uno de los equipos más en forma de Europa y demostró que ahora mismo no hay nadie que le pueda plantar cara. Líder destacado en la Euroliga y con la sensación de que así va a ser hasta el final de temporada. [Narración y estadísticas Real Madrid 91-75 Partizán]
Los de Chus Mateo dominaron de principio a fin. Se apoyaron en un Musa sobresaliente que pasó por encima del cuadro serbio y volvieron a mostrar un gran acierto en tiros de campo. El Partizán solo plantó cara en los primeros cinco minutos. Nada más. A partir de ahí el Real Madrid puso la directa y ya no hubo quien le alcanzara.
El Real Madrid entró al choque como viene siendo habitual esta temporada. Un ritmo altísimo y con una fiabilidad en el tiro muy difícil de igualar fueron suficientes para desdibujar al Partizán en la primera mitad. Los serbios, quizá por el gran trabajo de los de Chus Mateo, no lograron sacar su mejor versión en los dos primeros cuartos y se vieron constantemente a remolque.
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Los blancos se divirtieron. El WiZink fue una fiesta. Disfrutó del juego de los suyos, que robaban, hacían mates, anotaban triples, encestaban en transición, defendían con fiereza... Fueron dos primeros cuartos redondos.
El nombre propio del partido fue Dzanan Musa. El bosnio tan solo falló un tiro libre en los primeros minutos y fue diferencial para que su equipo arrollara por momentos al Partizán. Acabó la primera mitad con 16 puntos y dejando una sensación de superioridad constante. También fueron buenos minutos para Ndiaye, no en el aspecto anotador, pero sí atrapando rebotes y defendiendo muy bien a Caboclo.
Los últimos instante de la primera mitad dejaron una tangana entre los jugadores de ambos equipos. Llull cometió una falta muy dura sobre Punter. El estadounidense se revolvió y lanzó el balón a la cara a Llull. Ahí comenzó una tangana que dejó a un par de jugadores en el suelo, pero todo se resolvió en cuestión de segundos.
El Real Madrid no se despistó y cerró el segundo cuarto sin dejar desaprovechar una renta muy importante. Se marchó con doce puntos de ventaja y con la sensación de que tenía el triunfo en sus manos.
Sin piedad
El Partizán debía reaccionar. Llegaba a la cita como uno de los equipos más en forma de la Euroliga y su primera mitad no fue propia de un conjunto de su nivel. Sin embargo, lejos de recortar distancias, los serbios se vieron más superados.
Tras un inicio igualado de tercer cuarto, el Real Madrid logró un parcial de 11-0 que dejó el partido visto para sentencia. Su rival no dio atisbos de resurgir y los de Chus Mateo vivieron con mucha tranquilidad el último cuarto.
Los de Chus Mateo se dejaron llevar en el último parcial. Sin embargo, el Partizán no logró meterse en el choque. Los serbios, con rostros muy nerviosos, no tuvieron su día y pusieron fin a una racha de cinco victorias en Euroliga.