El Real Madrid se proclamó campeón de la Copa del Rey de baloncesto tras derrotar al Barcelona y sumó así la 29ª de su cuenta particular. El destino quiso que se proclamase vencedor en Málaga, lugar de su última conquista hace cuatro años, y lo hizo frente a su máximo rival en una Clásico lleno de intensidad. [Narración y estadísticas del Real Madrid 96 - 85 Barcelona]
El conjunto de Chus Mateo dio el golpe de gracia a la final en un fantástico arranque del definitivo cuarto. La igualdad predominó a lo largo de todo el encuentro, pero el Real Madrid supo aprovechar su mayor acierto en los momentos decisivos. Vicent Poirier, con 17 puntos y 32 de valoración en el encuentro, y Guerschon Yabusele, con dos triples claves en el parcial definitivo, fueron trascendentales. Los dos franceses sostuvieron el peso del equipo en la recta final y enseñaron el camino del triunfo a los suyos.
El Real Madrid, más allá de nombres propios, hizo gala de una profunda rotación para continuar siendo el equipo más Copas del Rey tiene en su haber. Campazzo, Poirier, Musa, Hezonja, Deck y Yabusele superaron la barrera de los diez puntos y pusieron de manifiesto el espectacular engranaje que ha puesto Chus Mateo en marcha.
El conjunto blanco se mostró muy sólido en todo momento y no perdió nunca los nervios. Ni la irrupción de Laprovittola ni el talento Tomas Satoransky y Jabari Parker hicieron tambalearse al conjunto blanco. Un triunfo de quilates del Real Madrid que demuestra que los de Chus Mateo son una máquina de ganar y que aspiran a todo esta temporada.
Facundo Campazzo, gracias a su regularidad en esta Copa del Rey, acabó llevándose el MVP del torneo. El argentino finalizó el encuentro con 18 puntos, siendo el máximo anotador del Real Madrid y dirigiendo al conjunto blanco a la perfección durante su tiempo en cancha. Un logro que también pudo caer del lado de Poirier, gigante en cada minuto que jugó en el Martín Carpena.
Igualdad total
El Martín Carpena fue testigo de un comienzo eléctrico de partido para el Real Madrid. La primera canasta llegó de la mano de Jabari Parker, pero rápidamente los de Chus Mateo quisieron pisar el acelerador. Un parcial de 9-0 para los blancos, con buenos minutos de Campazzo, Deck o Tavares, lanzó un mensaje claro del conjunto local en la final.
Las imprecisiones en ataque, con varias pérdidas incluidas, del Madrid fueron repuestas con un par de tapones de Tavares. Todo hacía indicar que los blancos se iban a ir por delante al final del primer cuarto, pero una fantástica puesta de largo de Nico Laprovittola frenó ese ímpetu. Dos triples consecutivos del argentino y una canasta de Willy Hernangómez reestablecieron la igualdad en el electrónico. Ningún equipo era capaz de despegarse del marcador y todo hacía indicar que iba a ser una guerra de desgaste.
El pequeño parón revitalizó al Barça. Rokas Jokubaitis apareció para dar la réplica y poner a los culés por delante. Sin embargo, el Real Madrid no se dio por vencido en ningún momento y Campazzo demostró que la igualdad era absoluta. La entrada de Hezonja dio un plus a los de Chus Mateo y sus 12 puntos consecutivos hicieron soñar con una ventaja blanca al descanso.
Sin embargo, al igual que sucediese en el primero, llegó la reacción culé antes del paso por vestuarios. Con Satoransky en la dirección y con Abrines y Brizuela percutiendo, el partido se encontraba muy apretado. Casi sobre la bocina, apareció Kalinic para dar la ventaja al equipo de Roger Grimau con un lejano triple (43-45, min 20). Los culés mandaban, pero nada estaba decidido a falta de un mundo.
Sentencia madridista
El descanso le sentó mucho mejor al Real Madrid. Los de Chus Mateo, al igual que en el primer cuarto, arrancaron con una marcha más y el Barcelona comenzó a sentir algo de fatiga en sus piernas. Deck, con cuatro puntos, y Campazzo lideraron la reacción blanca y ayudaron a los suyos a retomar la ventaja en el marcador.
Los de Chus Mateo se sentían mejor jugando bajo la presión y los culés necesitan recurrir a la magia para evitar que su rival rompiese definitivamente la final. Deck tomó la responsabilidad ofensiva mientras que sus compañeros se exigían atrás para evitar dejar espacios que pudiesen percutir el ataque culé. La estrategia funcionó y el Real Madrid tomó una pequeña ventaja antes del definitivo cuarto gracias a cuatro puntos seguidos de Porier (66-63, min 30).
El pívot francés tomó las riendas del encuentro y comenzó a crecerse durante los últimos diez minutos. Poirier fue minando la moral de la defensa culé e iba campando a sus anchas con el paso del tiempo. Nadie parecía pararlo y los de Grimau cada vez llegaban más tarde a las ayudas. Eso lo aprovechó Yabusele para anotar dos triples consecutivos y romper el duelo.
Por si era poco el acierto de Poirier y Yabusele, Musa y Campazzo decidieron unirse a la fiesta para terminar por desmontar cualquier sueño de remontada del Barça. El trabajo coral del Real Madrid acabó por destrozar a su rival en los minutos finales y los blancos se alzaron con su 29ª Copa del Rey en Málaga. Llegaban con la vitola de favoritos y cumplieron los pronósticos. Nadie les pudo hacer sombra y suman otro título más a sus ya pobladas vitrinas.
Real Madrid 96 - 85 Barcelona
Real Madrid (19+24+23+30): Campazzo (18), Musa (15), Deck (13), Yabusele (15) y Tavares (4) -equipo titular-, Llull (2), Hezonja (12). Rodríguez (-), Fernández (-) y Poirier (17).
Barça (19+26+18+22): Satoransky (15), Kalinic (3), Parker (19) Da Silva (-) y Vesely (14) -cinco inicial-, Hernangómez (8), Jokubaitis (7), Laprovittola (6), Brizuela (8), Abrines (2) y Parra (3).
Árbitros: Antonio Conde, Rafael Serrano y Arnau Padrós. Eliminaron por faltas a Walter Tavares y Jan Vesely.
Incidencias: Final de la Copa del Rey 2024 disputada en el Pabellón José María Martín Carpena de Málaga ante 10.900 espectadores.