Ni venganza, ni revancha por el monumental lío de la eliminatoria del año pasado. El Real Madrid venció con contundencia en la cancha del Partizán de Belgrado y lo hizo gracias a la irrupción en la segunda parte de un descomunal Facu Campazzo. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante el Partizán]
El argentino, que llegaba algo tocado al partido, dosificó sus fuerzas en el arranque y definió un partido que hasta ese momento tenía la igualdad como nota dominante. Entre Campazzo y Hezonja se encargaron de callar un Stark Arena que recibió con sus galas más hostiles a Yabusele.
Los primeros minutos arrojaron un saldo de anotación ridículo, como si el respeto entre ambos contendientes se hubiera instaurado y nadie quisiera pinchar el globo. Poco a poco el partido fue cogiendo ritmo y el Partizán encontró en Kaminsky a su gran estrella, pero el Real Madrid siempre tuvo la manera de responder a sus acometidas.
El tramo final del tercer cuarto fue el que marcó el encuentro. Ahí Campazzo voló para llevar al Real Madrid hacia la victoria y el Partizán se deshizo con mucha facilidad ante su peor parcial del partido. Los blancos mantuvieron el ritmo hasta el término y certificaron con su victoria el primer puesto de la Euroliga en esta fase regular.
Respeto en el arranque
Era imposible entender este encuentro sin ponerlo en perspectiva con lo que había pasado la temporada pasada. Había muchas cuentas pendientes, y como si el respeto se hubiera extendido al máximo, los primeros minutos de este encuentro estuvieron marcados por una igualdad extrema y una anotación ridícula.
Era como si nadie se atreviera a pinchar a su rival por miedo a que se desatase la batalla, y el reflejo más claro de todo ello fue el pobre 5-6 que se podía ver en el marcador en el ecuador del primer cuarto.
Más allá de lo puramente deportivo, otro de los grandes alicientes que tenía este enfrentamiento era ver el recibimiento que le daba la afición del Partizán a Yabusele. En el momento en el que Chus Mateo le pidió que entrara a la cancha, los decibelios subieron hasta límites insospechados en el pabellón. Nadie se olvida de aquella llave más propia de otro deporte que hizo meses atrás.
A Yabusele, sin embargo, no le intimidó el ambiente y en su primer contacto con el balón anotó para mandar a callar a los miles de fieles del Partizán. Con 13-13 tras un triple inverosímil de Hezonja se cerró un primer cuarto nefasto en cuanto a anotación para unos y para otros.
Estaba claro que no podía ser todo el partido así y que los ataques iban a tener que decir cosas. Se vio en el segundo cuarto, porque la intensidad se incrementó y los puntos comenzaron a subir con más facilidad al casillero de ambos conjuntos.
Nunnally, que terminó la primera mitad con 10 puntos, y Kaminsky, que acabó esta primera parte con 9, fueron los que asumieron la responsabilidad en el Partizán, mientras que Hezonja, con otros 9 tantos, brilló en el bando blanco. Chus Mateo estaba aguantando a Campazzo, que llegaba tocado por enfermedad, y a tenor de lo que pasó en la segunda parte lo gestionó a la perfección.
Con dos puntos de ventaja se marchó el Real Madrid al tiempo de descanso (31-33), sabiendo que todo estaba por decidir en la segunda mitad. El partido se encaminaba hacia un final apretado, pero entonces Campazzo entró en acción para cambiar el destino.
Kaminsky comenzó machacando a los blancos desde el perímetro, demostrando que estaba de dulce, pero ante su exhibición respondía constantemente el equipo de Chus Mateo. Qué complicado es jugar contra el Real Madrid, que siempre tiene una solución para todo.
Hezonja se divirtió sobre la pista, pero sobre todo Campazzo se montó una fiesta monumental en el parqué de Belgrado. Destrozó a todo un Partizán y en el tramo final del tercer cuarto la renta se estiró hasta el máximo en ese momento, un 54-66 que empezaba a decantar las cosas.
El Partizán se deshizo. Aquello fue un mazazo descomunal para un equipo que pelea por entrar en el play-in y que necesita urgentemente las victorias en este tramo final de la fase regular. Al Real Madrid le bastó con mantener el ritmo y poner el piloto automático para vencer en Belgrado y certificar su primer puesto en la Euroliga. Ya puede pensar en las eliminatorias.
Partizán 76 - 88 Real Madrid
Partizán: Punter (16), Dozier (3), Ponitka (-), Kaminsky (19), Caboclo (9) -cinco titular-, Jaramaz (-), Nunnally (16), Avramovic (10), Andjusic (3), Smailagic (-).
Real Madrid: Campazzo (7), Causeur (10), Hezonja (25), Deck (13), Tavares (8), -cinco inicial-, Poirier (7), Yabusele (10) Abalde (5), Alocén (-), Musa (3), Hugo González (-).
Árbitros: Fernando Rocha (Portugal), Jakub Zamojski (Polonia) y Rain Peerandi (Estonia). Sin eliminados.
Incidencias: partido de la jornada 31 de la Euroliga disputado en el Stark Arena de Belgrado.