El Real Madrid cayó en el Clásico frente al Barça y perdió el liderato de la Liga Endesa en detrimento de Unicaja Málaga. Una derrota que llegó, en gran parte, por culpa de una primera mitad para olvidar de los de Chus Mateo.
Una exhibición. Eso es lo que mejor definió la actuación del Barcelona en la primera mitad del Clásico frente al Real Madrid. Los de Roger Grimau jugaron totalmente desatados, imprimieron un ritmo altísimo, anularon todas las virtudes de los blancos y fueron superiores en todas las facetas del juego.
Sin duda, los principales artífices de que el cuadro azulgrana llegara a tener ventajas de más de 20 puntos fueron Laprovittola y Ricky Rubio. Cada uno a su manera desarbolaron completamente a la defensa madridista. El argentino hizo mucho daño desde el triple, como todo su equipo en el primer cuarto, y Ricky firmó varios minutos de un nivel altísimo de baloncesto.
El Real Madrid se mostró muy noqueado desde la entrada de Ricky Rubio a la pista. Llegaron a sufrir un parcial de 24-2 y Chus Mateo no daba con la tecla para acabar con una tendencia peligrosa. Erráticos en el lanzamiento, los blancos vieron como su rival se escapaba en el marcador alentados por un Palau encendido.
El Barça llegó con 12 puntos de ventaja al descanso y Sergio Llull mostró su enfado ante los micrófonos de Movistar +. El base del Real Madrid declaró que "nuestra primera parte ha sido vergonzosa". No añadió nada más, lo dijo con semblante serio y se retiró a los vestuarios.