El Real Madrid cerró con una sonrisa la fase de grupos de la Euroliga y ya calienta motores para los playoffs. El conjunto blanco no se dejó ir pese a tener la primera plaza asegurada y superó a un combativo Zalgiris en Kaunas, dejando atrás las dudas generadas en los últimos partidos. [Narración y estadísticas: Zalgiris - Real Madrid]
Lo suyo le costó, pues hasta el último segundo no se supo el desenlace final. Una agónica canasta de Gaby Deck le regaló el triunfo al conjunto blanco. No le pesó la presión al argentino, que recibió un difícil y esquinado pase de Sergio Llull y anotó ante la atenta mirada de todos.
El Real Madrid estuvo prácticamente todo el encuentro por delante, pero un arreón final del Zalgiris complicó la victoria hasta el último segundo. Los triples de Hayes, Evans y Manek igualaron el duelo, pero Musa y Hezonja se encargaron de mantener igualadas las cosas. Y ahí fue donde emergió Deck para rescatar la victoria y cumplir el trámite en el último partido de la fase regular.
Tensión hasta el final
El Zalgiris arrancó con muchas dudas y algo errático, mientras tanto el Real Madrid saltó a la cancha de Kaunas con ímpetu. Sus nueve puntos de los locales fueron un pobre aporte que pese a ello no les sacó del partido. Y es que el Real Madrid, a medio gas, solo hizo 16, la mitad de ellos de Dznan Musa. Nadie parecía romper el duelo, ni para bien ni para mal.
El bosnio anotó dos triples, y se subieron a ese carro Mario Hezonja en dos ocasiones y Sergio Llull. Así, el Real Madrid transformó desde lejos 5 de sus 7 canastas y alcanzó una máxima ventaja de diez puntos, que comenzó a bajar cuando el Zalgiris despertó de su letargo anotador de seis minutos. El aire se lo insuflaron Dovydas Giedraitis y Keenan Evans, autores entre ambos de 14 de los 25 puntos de los suyos.
También remaron los en el tercer acto, cuando junto a Edmond Sumner se repartieron los escasos 11 puntos que el cuadro de Kaunas fue capaz de hacer en nueve minutos. Maquillaron los de casa esa estadística en los sesenta segundos finales, un ejercicio de tanatoestética que echó de menos el Real Madrid. Muerto en la pista, el cuadro español solo aportó 13 puntos en ese cuarto, cinco de ellos de tiro libre.
Dado el panorama, y más por demérito de los de Chus Mateo que por mérito suyo, el Zalgiris no pudo evitar certificar la remontada en su primer ataque del último acto con un triple de Brady Manek. Empezó ahí el recital de tiros lejanos provechosos que salpicó los últimos diez minutos.
Manek logró otros tres; Mario Hezonja dos; y Carlos Alocén, Evans y Musa uno cada uno en medio de un frenesí del que salió airoso el Real Madrid, con renta favorable de tres puntos a falta de 13 segundos. Esa balacera solo podía decidirse agotando uno y otro toda la munición. Kevarrius Hayes, cómo no de triple, selló el empate a falta de ocho y, con solo tres décimas por delante Deck inoculó la misma medicina para poner el broche al festival perimetral.