Dentro del Juvenil A, entrenado por Guti, hay una perla que destaca por encima de los demás, que ya es decir. Un auténtico jugadorazo que ya estaría, como mínimo, en el primer filial si las lesiones le respetaran. No es otro que Mink Peeters. Un chaval delgado de media melena que fue fichado por el Real Madrid en 2014 cuando apenas tenía 15 años procedente de la Academia del Ajax, cuna de grandes talentos del fútbol europeo.
Este jugador llegó a la cantera del club blanco en base a la nueva política de reclutamiento de grandes promesas como ha sido el caso de los Odegaard, Asensio, Vallejo, Casemiro, Valverde, Sergio Díaz... Mink fue la apuesta más joven de todas y uno en los que mayor fe había depositada.
Pero todo se vio truncado por las dichosas lesiones. Su apariencia menuda le ha supuesto multitud de lesiones musculares y una rotura de clavícula que no le han permitido demostrar su fútbol. Pero parece que por fin la joven perla de Nijmegen ha encontrado un respiro para acumular algo de continuidad desde el mes de diciembre.
Su vuelta al equipo fue bien recibida por Guti y el jugador le ha devuelto la confianza a base de lo que mejor sabe hacer: jugar al fútbol. A cada partido que juega, Mink está demostrando por qué un club como el Real Madrid puso sus ojos en él a tan corta edad. Este sábado, ante el Diocesano, volvió a marcar después de hacerlo dos semanas atrás ante el Valladolid. Además, los detalles de calidad que deja no son pocos y cada asistencia que reparte son un regalo al espectador.
En Holanda, donde juega en las categorías inferiores de la selección, hay muchas esperanzas puestas en el joven futbolista, tanto como las que tiene el Real Madrid. Si las lesiones le respetan, su ascenso al primer filial será inmediato. De ahí al primer equipo hay un largo trecho pero nada parece imposible para la nueva perla de los Países Bajos con residencia en Madrid.