El primer filial madridista remontó en el Paquito Giménez ante el Socuéllamos. Los de Solari no bajaron los brazos tras el 1-0 con el que se fueron al descanso y Nikos y Quezada le dieron la vuelta al marcador. El griego consiguió un doblete en un gran partido y el lateral izquierdo puso el balón en la escuadra de la portería local tras una cesión sacada por Febas. Esta vez ni siquiera el árbitro, con una expulsión incomprensible a Campuzano y después al técnico merengue, pudo frenar un Castilla que salió dispuesto a no dejarse ni un solo punto.
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