Una de las decisiones más extrañas que tomó Santiago Solari cuando cambió por completo al Real Madrid Castilla fue la de colocar a Cristo González como delantero centro. El canario había jugado durante toda su carrera como segundo punta o en banda izquierda, ya que sus mejores cualidades no estaban adaptadas precisamente al puesto de ariete.

Sin embargo, el filial blanco comenzó a encadenar victorias y empates, dejando buenas sensaciones en el campo, y el entrenador argentino decidió mantener su idea. Cristo fue, seguramente, una de las pocas notas negativas del Castilla en la mencionada racha de puntos. No lograba adecuarse al puesto, pero Solari no perdió la paciencia con él.

LLEGAN LOS GOLES

Poco a poco, esa paciencia comienza a dar sus frutos. Cristo tan solo ha marcado tres goles esta temporada, lo que tampoco es una mala cifra teniendo en cuenta que los máximos anotadores del equipo, Dani Gómez y Jaime Seoane, suman cinco dianas. Sin embargo, el interés radica en que esos tres tantos han llegado en las últimas cinco jornadas.

Cristo marcó ante el Valladolid B, se mantuvo en blanco dos jornadas más y volvió a ver puerta ante la Ponferradina y el Deportivo Fabril. Esto incita a pensar que el exjugador del Tenerife parece comenzar a mostrar, por fin y tras 22 partidos jugados, un olfato goleador digno de cualquier nueve.

PROYECTO A LARGO PLAZO

Por otro lado, como ya se ha dicho antes, Solari no pierde la paciencia, y está administrando con cuentagotas a su fichaje estrella el pasado verano. Buena muestra de ello es una curiosa estadística: Cristo ha sido el jugador más sustituido del equipo. Se ha marchado al banquillo hasta en dieciséis ocasiones, el doble que el siguiente -Franchu con ocho-. Tantas sustituciones denotan que Solari no quiere apresurar el crecimiento de un jugador para muchos años.

El Castilla perdió ante la Ponferradina a balón parado by footbie.com